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El Principado obligará a que los nuevos pisos tengan ducha a ras de suelo y puertas anchas

La nueva normativa de habitabilidad adaptará las viviendas para la población anciana con puntos de carga para los vehículos eléctricos

PABLO SUÁREZ

GIJÓN.

Martes, 11 de diciembre 2018, 01:47

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El Consejo de Gobierno aprobó ayer las nuevas normas de habitabilidad de viviendas, que entrarán en vigor desde marzo y serán de obligado cumplimiento para todos los pisos que se diseñen a partir de esa fecha. Entre esta batería de reformas, destaca la instalación de una ducha totalmente a ras de suelo, con una superficie mínima de ochenta centímetros cuadrados, así como un aumento en el ancho mínimo de las puertas interiores, que pasa a ser también de ochenta centímetros.

Estas medidas, a las que se suma la falta de escalones para acceder a terrazas y tendederos así como disponer de, como mínimo, una habitación principal que permita el paso de silla de ruedas, conforman una propuesta con la que la Administración busca garantizar el «máximo respeto» a procesos de envejecimiento, con una importante presencia en la región, y a las discapacidades. «Las viviendas serán ahora más accesibles y confortables en el tiempo», afirmó ayer la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, sobre unas nuevas normas que catalogó de pioneras a escala nacional. «Ahora será obligatorio favorecer la accesibilidad universal», incidió.

Eficiencia energética

Este importante matiz integrador de la nueva norma no solo se reduce al interior de los nuevos pisos sino que también se percibe en los denominados espacios comunes. Los portales contarán a partir de ahora con entradas también más anchas y un mejor acceso a los ascensores, los trasteros deberán ser accesibles para sillas de ruedas, los timbres y buzones deberán estar colocados a una altura al alcance de todos y las plazas de garaje aumentarán el ancho mínimo. «Es la regulación para las viviendas del siglo XXI en Asturias», aseguró Varela, durante una rueda de prensa a modo de presentación a la que también asistió el director general de Vivienda, Fermín Bravo.

Estas nuevas normas de habitabilidad también introducen importantes cambios en materia de tecnología y, especialmente, movilidad sostenible. De esta manera, todos los edificios nuevos y rehabilitaciones integrales que se realicen deberán contar con tomas para la recarga de coches eléctricos, así como disponer de aparcamientos de bicicletas para, al menos, un 60% de los vecinos de cada inmueble. A esta apuesta por la energía no contaminante se suma también la obligatoriedad de las nuevas viviendas de disponer de una habitación en cada piso en la que se garantice la entrada del sol, con vistas a mejorar el confort y la eficiencia energética de los hogares.

El documento aprobado por el Consejo de Gobierno también presenta cambios en la regulación de las denominadas 'viviendas colaborativas o dotacionales', aquellas que se encuentran en edificios o urbanizaciones que disponen de espacios o servicios comunes para residentes y visitantes, y que se organizan mediante la participación social y la corresponsabilidad en la gestión. Para estos pisos, la nueva normativa elimina la obligatoriedad de que estén dotados con tomas para la instalación de lavadoras o que cuenten con tendederos interiores.

Aceleración burocrática

El decreto afectará a todas las viviendas situadas en Asturias, con independencia del régimen de propiedad y del tipo de protección. Estarán exentos de esta normativa todos aquellos domicilios que tengan solicitada ya la licencia municipal, al igual que lo estarán también las que pidan permiso de obra antes de marzo y se atengan a los plazos señalados en la misma.

La nueva disposición elimina también la necesidad de solicitar, como hasta ahora, la cédula de habitabilidad, que sólo habrá que pedir en el caso de segundas y posteriores ocupaciones. Así, según la consejera Varela, se agiliza la gestión y se eliminan duplicidades. «Bastará con la licencia municipal de primera ocupación, que debe garantizar que el proyecto y su posterior ejecución cumplan con las nuevas normas autonómicas de habitabilidad», explicó.

Con este nuevo documento normativo, el Ejecutivo socialista ha logrado dar forma a una serie de reformas que han sido objeto de trabajo desde prácticamente el inicio de la legislatura, tal y como reconoció la consejera. Una serie de modificaciones que ya adelantó EL COMERCIO a finales de verano y que actualizan las normas de habitabilidad vigentes, que datan de 1998.

«Con la licencia municipal ya vale. Hasta ahora se duplicaban los documentos», respondía entonces Bravo cuando era pregunto por las intenciones del Ejecutivo regional para la actualización presentada ayer.

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