El Principado dice tener los papeles listos para abatir lobos y espera el plácet de Ribera

El pasado julio el Ministerio para la Transición Ecológica y las comunidades autónomas aprobaron una estrategia de conservación de la especie que detallaba los requisitos a seguir para abatir lobos. El Principado adaptó su plan al nuevo formato, dijo que ya contaba con la seguridad jurídica y anunció a principios de agosto que abría expediente para matar lobos. En concreto, dos que moran en los Picos de Europa.

Según la estrategia, el proceso termina con la comunidad solicitando al ministerio «un informe preceptivo no vinculante». No hay obligación de esperar por él ni acatarlo, pero el Principado se dice listo, a la espera de que el ministerio resuelva, y abierto a aportar más información si es preciso. La consejería opta por la prudencia y aplaza su intención inicial, que era cerrar los expedientes a finales de agosto.

«Hay un trabajo duro y riguroso», defendió ayer el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo. Reconoció que el marco legal actual impone «dificultades» y que espera que «a la mayor brevedad» llegue el plácet del ministerio que rige Teresa Ribera porque las resoluciones asturianas «están bien argumentadas». También indicó que su equipo estudia la sentencia que acaba de obligar a Cantabria a suspender la caza de lobos, «pero con un voto particular que incluiremos en nuestro recurso» contra la protección del cánido.

Calvo fue sometido a diversas preguntas por parte de la oposición. Reconoció que la «gran batalla» para mantener la ganadería «la estamos perdiendo» al cerrarse explotaciones cada año, si bien reivindicó que «el mayor reto» de la legislatura se logró, al amarrar 600 millones para Asturias en la nueva Política Agraria Común (PAC).

A las críticas por los perjuicios que causan las obras para modernizar la línea Gijón-Laviana de Feve se mostró lacónico. «Nos hemos acostumbrado a que estas anécdotas, como que el tren tarda más ahora que uno de vapor, o las molestias de las obras de la 'Y', se conviertan en un sainete», dijo. Reconoció que las obras «generan molestias», pero insistió en la bondad de lanzar inversiones «que van a modernizar las infraestructuras y dejar un transporte competitivo».