El Principado rehúsa pedir la prórroga del estado de alarma: «No la habrá aunque nos emperremos»

El estado de alarma que ampara a las comunidades autónomas a restringir derechos fundamentales decaerá el próximo 9 de mayo y ese escenario causa vértigo en parte de los ejecutivos regionales. El vasco defiende la necesidad de ampliarlo en todo el país dos meses más, Castilla La Mancha lo quiere de un mes y Andalucía pide una conferencia de presidentes para analizar el asunto. En este contexto hay comunidades que piden el Ejecutivo central algún aval que les permita mantener al menos el toque de queda mientras Cataluña trata de sacar adelante un decreto propio que se atribuya esa capacidad.

Son caminos que el Principado rehúsa seguir. «Hablar de cierres perimetrales y de toque de queda sin el estado de alarma es utopía, no lo va a haber por más que nos emperremos», manifestó ayer la portavoz del Ejecutivo autonómico, Melania Álvarez. Su argumento es que cualquier estado de alarma, sea pedido por el presidente del Gobierno central o por el autonómico, requiere del aval del Congreso «y el presidente del PP, Pablo Casado, ya ha anunciado que no lo apoyará», apuntó.

El Principado «está centrado» en adaptar su actual sistema de restricciones (el modelo 4+) a un escenario sin estado de alarma, avanzó. «La próxima semana anunciaremos cómo se va a concretar la adaptación de las medidas del modelo 4+», indicó la consejera. Ayer por la tarde la comisión interdepartamental todavía analizaba «tanto el contenido como el cronograma de aplicación» de un mecanismo que la portavoz insistió será presentado «la semana que viene». «Las medidas serán proporcionales y adaptadas a la situación de cada momento», indicó.

La posición asturiana sintoniza con la de otras comunidades socialistas. En Valencia el presidente Ximo Puig viene recordando que las administraciones autonómicas «también tenemos oportunidad y capacidad de tomar decisiones». En Extremadura su homólogo Guillermo Fernández Vara sostiene que las comunidades tienen «más medios de los que imaginan» y en La Rioja manejan un sistema de indicadores similar al asturiano que también quieren mantener.

El jueves el director de Salud Pública asturiano, Rafael Cofiño, celebró que la región esté en «uno de los mejores escenarios posibles» lo que, epidemiológicamente, permitía ir avanzando en aliviar restricciones. El cómo y cuándo se irá perfilando en las reuniones internas que están teniendo las distintas consejerías.

«El 9 de mayo finaliza el estado de alarma, pero eso no significa que termine la pandemia», recordó Melania Álvarez. La portavoz recordó la campaña lanzada por el Principado el pasado año, animando a la población a «hacerlo bien» con las medidas de precaución, e instó a permanecer en esa lína.

La consejera reconoció seguir «con preocupación» la evolución de la pandemia en comunidades cercanas como País Vasco, con una elevada incidencia. «Parece que ha empezado a detener el crecimiento», confió al tiempo que puso la lupa en la situación de Llanes, que «sigue en cierre perimetral».