La propuesta fiscal de Tomé permitiría ampliar la capacidad de gasto autonómico
La subida de impuestos elevaría los ingresos pero también el techo de gasto, principal freno a la capacidad de maniobra del Principado
«Primero hablamos de la reforma fiscal y luego de los presupuestos. Las cosas hay que hacerlas por orden». Así lo viene reclamando la diputada ... del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, cuyo voto es clave para sacar adelante ambas medidas y que ha logrado imponer este calendario de negociación tanto al Gobierno regional como a las fuerzas que lo respaldan.
Aunque los grupos parlamentarios de PSOE e IU-Convocatoria por Asturies se hicieron inicialmente de rogar, ahora ambos partidos se muestran abiertos a debatir las propuestas fiscales de Tomé. De hecho, han aceptado convocar una primera reunión para el próximo lunes, lo que deja claro que el resultado de estas conversaciones puede condicionar de manera significativa el presupuesto autonómico previsto inicialmente.
Las tres enmiendas presentadas por el equipo de Covadonga Tomé a la reforma fiscal del Gobierno regional incluyen subidas en el IRPF –aplicables a rentas superiores a 120.000 euros–, y en el impuesto de transmisiones –aumentando medio punto el gravamen sobre la transmisión de inmuebles a grandes tenedores y aplicando un tipo del 20% a la compra de edificios completos–. Estas medidas, de tenerse en cuenta, generarían un incremento de la recaudación, aumentando aún más los ingresos de un presupuesto que ya se estima superior al del ejercicio actual, rondando los 7.000 millones, una cifra histórica.
Sin embargo, este aumento podría verse limitado por la regla de gasto, que impide un incremento interanual superior al 3,3% del gasto. Esta norma está regulada en el artículo 12 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, y el Gobierno regional la incumplió en 2024, lo que le obligó a presentar un plan económico-financiero ante el Ministerio de Hacienda, que no convenció a la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), que ya advirtió del riesgo de volver a incumplir esta norma en 2025 y 2026. De ahí que el Gobierno regional se muestre ahora especialmente cauto con su cumplimiento, pese a discrepar de la misma.
No obstante, la ley también establece que si la recaudación aumenta por cambios en la normativa tributaria, y estos ingresos se consideran permanentes, la capacidad de gasto puede ajustarse en la misma proporción. En otras palabras, la aprobación de la reforma fiscal condicionará directamente el techo de gasto, y si se aceptan algunas de las peticiones de Tomé, la capacidad de gasto se vería ampliada.
Límites y falta de información
Conocer el techo de gasto es imprescindible para poder entrar en los detalles de la negociación presupuestaria, pero no bastará con tener debatida y aprobada la reforma fiscal. El Gobierno deberá, además, ajustar sus previsiones económicas a los límites que marque el Estado, que podrían conocerse en la próxima convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, prevista para este mes de noviembre. Existen también otras incertidumbres derivadas de la inexistencia de un proyecto de ley de presupuestos generales, que el Principado deberá tener en cuenta para definir su presupuesto, que según las estimaciones de la Consejería de Hacienda podría aprobarse y elevarse a la Junta General para iniciar su tramitación parlamentaria el próximo 24 de noviembre.
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