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Operarios en un tren de obras en la variante de Pajares. P. CITOULA
Las pruebas de seguridad de la variante de Pajares aplazan su apertura al menos a 2021

Las pruebas de seguridad de la variante de Pajares aplazan su apertura al menos a 2021

El anterior sistema permitía estrenar el AVE en un máximo de ocho meses. Ábalos asume ahora que con los ensayos «pueden pasar 13 ó 14»

RAMÓN MUÑIZ

GIJÓN.

Jueves, 1 de enero 1970

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El Ministerio de Fomento ejecuta la variante de Pajares «con el horizonte de concluir los trabajos del proyecto global en 2020». Es la promesa que su titular, José Luis Ábalos, reafirmó el domingo en EL COMERCIO y que tiene letra pequeña. Tras las obras se activará la fase de ensayos y pruebas, regida ahora por una normativa comunitaria más rigurosa y que, por cuestiones de seguridad, dilata los plazos. En julio, el propio Ábalos reconoció esa consecuencia. Hablando de las nuevas líneas de alta velocidad dijo que «desde que las infraestructuras se terminan, hasta que el servicio empieza, perfectamente pueden pasar 13 ó 14 meses». Ese margen situaría entre los años 2021 y 2022 el momento en el que los usuarios con billete puedan estrenar los nuevos túneles entre Asturias y León y beneficiarse de los 45 minutos de tiempo que recortarán al viaje.

La normativa que ha complicado las pruebas es el Reglamento 402/2013 que, desde 2015, impone en toda la UE un método común para evaluar los riesgos en líneas ferroviarias. Hasta ese momento las pruebas se libraban en plazos de entre «seis y ocho meses», explican los técnicos ferroviarios consultados. Los gestores ganaban tiempo haciendo pruebas simultáneas de cada subsistema, la infraestructura y la respuesta del tren.

El reglamento comunitario impide solapar esas labores. Los ensayos con los subsistemas de infraestructura, vía y energía «son fáciles de probar» pero «la parte de señalización, comunicaciones y seguridad tiene un proceso más complejo», añaden. Cada proveedor de tecnología ha tenido primero que hacer ensayos en su laboratorio, luego la adapta para la infraestructura que le ha sido adjudicada, y después debe comprobar que sobre el terreno la respuesta es exactamente la misma; en caso de incidencia, ha de reiniciar el proceso.

Controlando al tecnólogo hay un evaluador independiente que le impide desviarse un milímetro. Lo mismo hacer Adif, con su propio evaluador, y Renfe, también con otro consultor. La Agencia de Seguridad Ferroviaria supervisa de todo y solo cuando todos los informes están en regla, otorga el permiso a la circulación comercial en 30 días. Al rigor del reglamento cabe sumar que las autoridades españolas están especialmente sensibilizadas con la cuestión tras el accidente de la curva de Angrois.

Desde la entrada en vigor del reglamento se han estrenado los tramos de alta velocidad Olmedo-Zamora, Valladolid-León y el triple hilo de Valencia-Castellón. Adif, Renfe y las empresas han ganado en ellos pericia, pero siguen necesitando tiempo. La prueba la ofrece Antequera-Granada; las obras concluyeron en diciembre y ahora, con los ensayos avanzados, el ministro ha concretado que la inauguración al público se prevé para junio de 2019. Habrá necesitado por tanto año y medio de ensayos.

Hasta 2020 los implicados disponen de otros tramos en los que seguir aprendiendo antes de ponerse con la variante. Cuando lleguen encontrarán una vía en ancho mixto (para AVE y mercancías), mientras en la otra se estudia si dejar vía en ancho ibérico o acabarla en internacional. El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, señaló que su meta es que la obra acabe en 2020 para uso mixto y que eso «nos aleja de una discusión reservada a ingenieros y técnicos».

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