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«No pueden recortarlo todo porque la bajura va a la ruina», alerta la cofradía de Gijón

«A los comercializadores también nos afectan las cuotas y a nosotros nadie nos compensa las pérdidas», dice Campillo

E. C.

GIJÓN.

Viernes, 15 de diciembre 2017, 02:41

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La disminución de cuotas pesqueras afecta a todas las actividades del sector. «Los primeros perjudicados son los pescadores, pero nosotros somos los segundos y, desde luego, sí que nadie nos compensa las pérdidas», dijo ayer a EL COMERCIO el mayorista Romualdo Campillo. Eso sí, Campillo se consuela con que el recorte de la merluza cantábrica se quedó en el 12%, porque «la propuesta inicial, del 30%, era una auténtica burrada». A su juicio, es más grave la reducción de la xarda, que se quedó en un 20%, y «eso hace mucho daño, porque realmente es mucho quitar».

El comercializador advierte de que si no puede suministrar xarda a sus clientes en Barcelona, probablemente decidan importarla desde Noruega o Dinamarca, «que tienen de sobra».

En la Cofradía de Pescadores Virgen de la Soledad, de Gijón, no faltan las quejas. Su vicepatrona mayor, Carmen Álvarez Alonso, critica que los recortes no afectan solo a una especie, de forma que cada vez es más difícil encontrar pesquerías alternativas. «No pueden recortarlo todo a la vez porque, en tonces, la bajura se va a la ruina», indicó.

Según la pescadora, «xarda hay ahora bastante más que antes. Se ve, pero siguen recortando. Sin embargo, de raya cogemos una o dos cajas al año, así que el aumento de esa cuota no compensa. Y con los lenguados pasa lo mismo, que es una pesquería ocasional que no resuelve nada».

Carmen Álvarez insistió también en la circunstancia de que la cuota de merluza está mal distribuida porque a los barcos de arrastre les sobra y, sin embargo, a la flota de litoral les falta.

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