Los recortes en las cuotas pesqueras «estrangulan» a la flota asturiana

«Esto es como un estrangulamiento. Cada vez nos aprietan más la soga y, a este ritmo, los barcos van a dejar de ser rentables». Este es el balance que hace el presidente de la Federación Asturiana de Cofradías, Adolfo García, de los acuerdos pesqueros alcanzados durante la madrugada del martes en el Consejo de Ministros de la Unión Europea. Los recortes en las posibilidades de pesca para España -y, por consiguiente, para el Principado de Asturias-, si bien menos acusados de lo que pretendía la Comisión Europea, afectan considerablemente a la flota de la región. En 2020, los asturianos podrán pescar un 5,5% menos de merluza y un 40,7% menos de chicharro de lo que faenaron este año. Asimismo se recortan un 10% las cuotas de abadejo y un 3,4% los cupos de rape.

«Vemos muy mermadas las posibilidades de pesca de nuestra flota, cuando ya vivimos una situación suficientemente crítica», lamentó García ayer en Gijón, antes de participar en la sesión plenaria de Redepesca. En cuanto a la merluza, «es cierto que proponían una reducción del 20% y finalmente será del 5,5%, pero sobre la cuota ya irrisoria que tenemos los barcos asturianos, muy dependientes de esta especie». Esta merma en la cuota, que alcanzará las 5.600 toneladas, hará «más difícil planificar y sacar el año adelante» para quienes se dedican a ella. El director general de Pesca del Principado, Francisco González, celebró que la rebaja en el cupo correspondiente fuera menor de lo previsto, si bien reconoció que «siempre que hay algún recorte en alguna especie principal, como es esta, no podemos calificar como positivo el reparto». No obstante, dijo, «estamos ya volcados en la aplicación de contramedidas que puedan minimizar el efecto de este recorte, fundamentalmente por intercambios con otras especies, para que tengamos al menos la misma capacidad de pesca que el año pasado».

Otra de las especies que más recortes sufren en la zona en la que pescan los barcos asturianos, la VIIIc, es el chicharro. En este caso, las posibilidades de pesca se reducen un 40,7% respecto al año pasado, con un tope de 10.015 toneladas. Todo ello a pesar de que las posibilidades de pesca aumentaron un 24,3% para la zona 9, que abarca la costa portuguesa desde Galicia, que dispondrá de 30.237 toneladas. «Evidentemente, solicitaremos traspasos o transferencias por parte de la Administración para reequilibrar las posibilidades de pesca y poder mantener una gestión similar a la de este año», matizó González.

En lo que respecta a la xarda, otra de las especies clave para el sector asturiano, se ha logrado un incremento del 41% en el cómputo global, a pesar de que se mantiene la problemática del reparto provincial. «Es cierto que nos dan más cuota, pero seguimos considerando que hay un mal reparto con el que estamos muy descompensados respecto a otras comunidades limítrofes -señaló García-. Ha cambiado el escenario y la flota asturiana ahora es más dependiente de esta pesquería, a falta de otras cuyas posibilidades de pesca se han visto reducidas».