Un residuo de la sidra convertido en bioproducto
Energygreen Gas Tineo y Valle, Ballina y Fernández apuestan por llevar la economía circular al sector de la sidra asturiana a través de un proyecto que cuenta con el apoyo y la financiación del IDEPA y FEDER
sandra s. ferrería
Jueves, 5 de enero 2023, 03:08
Cero residuos al vertedero, disminución del uso de materias primas naturales y neutralidad de carbono. Sobre esos objetivos se asienta el subprograma de circularidad impulsado desde el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), mediante el cual se apoyan y financian proyectos de I+D relacionados con la economía circular y la consiguiente sostenibilidad en la industria asturiana.
Precisamente las compañías Energygreen Gas Tineo y Valle Ballina Fernández participan en este subprograma con la puesta en marcha de un proyecto encaminado a investigar, desarrollar y demostrar cómo a partir de un residuo generado por la industria de la sidra como son las borras se pueden obtener otros productos de alto valor añadido, que pueden reintroducirse en el proceso productivo de los lagares y generar biofertilizantes y bioestimulantes.
Tradicionalmente en la agricultura se ha usado de manera indiscriminada fertilizantes químicos con los que satisfacer la creciente demanda de suministro de alimentos. Este uso ha provocado la contaminación y daño de hábitats microbianos e insectos beneficiosos. Con el proyecto 'Investigación de bioproductos a partir de un subproducto principal de la sidra', se logrará mejorar la sostenibilidad de la industria sidrera asturiana y disminuir el impacto ambiental de esos productos actuales. A ello se suma que se conseguiría un uso eficiente de los residuos (principio básico de la economía circular) y la posibilidad de utilizar la totalidad de la biomasa, logrando la rentabilidad y/o sostenibilidad en las industrias alimentarias.
El proyecto tiene un gasto total de 161.507,65 euros, de los cuales elPrincipado ha subvencionado 82.562,97 euros.
Energygreen Gas Tineo
Energygreen Gas Tineo es una empresa biotecnológica, ubicada en el Polígono de La Curiscada, en Tineo, que implementa tecnologías que buscan cambiar la gestión de los residuos gracias a su compromiso con la innovación.
La empresa se constituye en mayo de 2018, con el objetivo de transformar la forma de gestionar residuos orgánicos mediante la producción de energía renovable y biocombustibles.
EGGT adquiere en septiembre de 2019 la unidad productiva de Tineo compuesta por el activo de la planta de biogás de Tineo y el personal, un equipo profesional multidisciplinar con una amplia experiencia en el sector de la bioenergía. A partir de esos recursos, EGGT desarrolla su actividad empresarial.
Valle, Ballina Fernández
Valle, Ballina y Fernández (El Gaitero) es un referente en el sector de la elaboración y distribución de sidra en Asturias, contando con más de un siglo de historia.
Desde 1898 su bodega se ubica en la vera de la ría de Villaviciosa, en concreto en La Espuncia. Sus instalaciones ocupan 40.000 metros cuadrados repartidos entre zona de entrada de la manzana, salas de prensas, bodegas, tren de embotellado y embalaje.
Además, es el lugar donde se ubican las oficinas de la empresa así como el edificio de la Colección permanente de El Gaitero.

.«De forma natural». Así surgió el proyecto 'Investigación de bioproductos a partir de un subproducto principal de la sidra', según Adolfo Blanco, administrador de Energygreen Gas Tineo, una empresa que ofrece alternativas de gestión de residuos «para evitar que estos terminen en vertedero sin ningún valor añadido».
El proyecto, tal y como explica, consiste en la separación de borra en origen «quedándose así el propio llagar con la parte líquida que podrá utilizar en su proceso productivo para elaborar vinagres u otros». Asimismo, la fracción sólida remanente «será valorizada mediante procesos biotecnológicos».
Entre las ventajas que trae consigo este proyecto pueden señalarse varias como un ahorro de costes para los llagares «ya que solo se trasladará la fracción más concentrada de la borra y además podrán utilizar la fracción más líquida para elaborar productos de valor añadido». Por su parte, Energygreen Gas Tineo podrá «mediante una formulación específica», sacar al mercado productos destinados a otros sectores.
Respecto a la colaboración con otras empresas, Adolfo Blanco señala que es «vital» ya que es la mejor manera de conocer «cómo podemos ayudarnos» de tal manera que se obtienen beneficios ambientales, económicos y sociales «que no podríamos alcanzar si estuviésemos aislados».
A ello hay que sumar la repercusión económica que tiene llevar a cabo un proyecto de economía circular.
«Estimamos que una vez finalizado el proyecto, deberemos realizar ciertas inversiones que se recuperarían en un plazo de 3 años, incrementando nuestra facturación al menos un 6% anual», apunta.

El director de operaciones del Grupo Valle, Ballina y Fernández (El Gaitero), Marcos García, señala que la compañía «pone gran atención» a la hora de limitar el impacto que los residuos generados tienen en el planeta «tratando de reducirlos al máximo o buscando darles una nueva utilidad».
En la actualidad los residuos generados por el proceso de la fermentación de la sidra son llevados a un vertedero autorizado «sin generar ningún valor y con un coste económico y medioambiental para la empresa». Así, García apunta a la «necesidad» de buscar un aprovechamiento a esos productos: las borras. Precisamente, estas tienen un contenido en alcoholes y azúcares que pueden servir de materia prima a un biodigestor «formando gases que después pueden ser utilizados para la generación de energía eléctrica».
«Con la parte restante, la materia seca, se está estudiando la posibilidad de que pueda ser utilizada para la fabricación de biofertilizantes», apunta.
Con este proyecto, los llagares asturianos reducirían «considerablemente la generación de residuos» con lo que se evitaría la gestión de «cientos de toneladas de borras en vertederos».
García coincide en apuntar al pilar fundamental que es la «colaboración entre empresas» en este tipo de proyectos en el que cada uno es «experto» en su materia pudiendo aportar sus conocimientos y tecnologías.
«La buena gestión de los elementos con impacto ambiental siempre se traduce en un ahorro económico» afirma García. No obstante, señala que también es importante «la reducción de residuos y el ahorro de recursos que se obtiene, que permiten tener un planeta mucho más sostenible».
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