Se retrasa el sistema que ahorrará diez minutos de viaje
Domingo, 17 de junio 2018, 02:03
El 29 de septiembre de 2015 el entonces presidente Mariano Rajoy inauguró el AVE a León, estreno que incluía una letra pequeña. Tras una inversión de 1.620 millones el ferrocarril disponía de una línea de alta velocidad de 166 kilómetros entre Valladolid y León. La infraestructura está diseñada para que el tren circule sobre ella a velocidades máximas de 350 kilómetros por hora. Sin embargo, 992 días después los servicios comerciales siguen con la prohibición de pasar de los 200 kilómetros por hora.
El problema estriba en que el Ministerio de Fomento no ha sido capaz todavía de superar las pruebas que permitan activar el sistema de control de tráfico ERTMS. Este ingenio supervisa el avance del ferrocarril de manera que detiene el convoy si se está desviando sobre la velocidad de paso que tiene regulada. Con él activado, el maquinista no necesita ver por el cristal las señales luminosas a los lados de la vía, y basta con que atienda las indicaciones de su ordenador de a bordo.
Fomento calcula que activando el ERTMS los trenes irán más rápidos y el viaje Asturias-Madrid se librará en unos diez minutos menos, un hito que sistemáticamente viene aplazando. La última expectativa era lograrlo este verano, sin embargo 'Diario de León' informa de que los ensayos realizados en la última semana han resultado negativos, detectando problemas que exigen nuevos test.