«A este ritmo, la población asturiana desaparecerá en trescientos años»
Rafael Puyol afirma que el declive demográfico de la región es remediable con medidas sociales y económicas que favorezcan la natalidad
El paraninfo del edificio histórico de la Universidad de Oviedo acogió ayer la primera edición del Día de la Ciencia y la Ingeniería en ... Asturias, evento organizado por la Academia Asturiana de Ciencia e Ingeniería (AACI) y que contó con una conferencia especial sobre demografía y una semblanza de la figura del famoso científico asturiano Severo Ochoa.
En el acto, se galardonó al gijonés Mario Fernández Fraga con el primer premio Investigador Distinguido, ofrecido por la academia y que valora su amplia carrera de investigación genética.
Promoción de la ciencia
La Academia de la Ciencia de Asturias premió al gijonés Mario Fernández Fraga como Investigador Distinguido
Al iniciar la ceremonia, el presidente de la academia, Mario Díaz, resaltó que Asturias «no es la primera comunidad autónoma» que ha introducido dicho evento «para la promoción de la ciencia en la sociedad», y destacó la «interesante trayectoria» que desarrollan los profesionales tanto dentro como fuera de la región.
Así, y para destacar los logros científicos de los investigadores del Principado, se estableció como fecha de referencia el 24 de septiembre -aunque la ceremonia finalmente fue celebrada ayer, por problemas de incompatibilidad-, aniversario de la muerte de Severo Ochoa, ganador del premio Nóbel de Fisiología o Medicina en 1959, junto a Arthur Kornberg. En honor a su figura, acudió al acto César de Haro, secretario general y vocal de la Fundación Carmen y Severo Ochoa, quien conoció en persona al científico asturiano y trabajó con él.
De Haro fue el encargado de intentar «retratar la semblanza científica de Severo Ochoa», tarea que agradeció enormemente, señalando que «durante casi sesenta años, Severo Ochoa realizo contribuciones importantes en pro del conocimiento científico en campos muy diversos», manteniéndose siempre en «primera línea» de investigación.
Además, el acto contó con una conferencia de apertura a cargo del demógrafo Rafael Puyol -actual presidente de la Universidad en Internet (Unir)-, quien elaboró un amplio análisis sobre el declive poblacional de Asturias, destacando que «cada año se pierden 3.267 habitantes» y que, de mantenerse ese ritmo, la población asturiana desaparecería en poco más de trescientos años.
«La natalidad en Asturias ha caído en picado. En 2021, nacieron dos mil niños menos que en el año 2000. Hay zonas rurales donde hace años que no ha nacido un niño», apuntó. La situación, considera el experto, es remediable siempre y cuando se establezcan diferentes medidas económicas y sociales que favorezcan la natalidad en la región.
«Orgullo y responsabilidad»
Asimismo, con motivo del primer año para esta promoción de los científicos asturianos, se otorgó el premio Investigador Distinguido, galardón centrado en el profesional «cuya actividad en Asturias haya tenido repercusiones relevantes» en su ámbito de estudio.
El premiado de esta edición fue el gijonés Mario Fernández Fraga, subdirector científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (Ispa) y director del Laboratorio de Epigenética del Cáncer y Nanomedicina del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), por sus contribuciones en su campo de especialidad de investigación epigenética.
Fue Rosario Rodicio, miembro de la Acadamia, quien hizo un repaso a la trayectoria profesional de Mario Fernández. Agradecido, el galardonado señaló que recogía el premio «no solo con orgullo, sino también«con responsabilidad».
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