Sanidad carga contra eventos y festivales que tienen como reclamo el consumo de alcohol

Lo dijo tras destacar que, en los seis últimos años, se viene constatando en la región un menor consumo entre los chavales de menos de 18 años. Sobre todo cuando se les pregunta si han bebido en los últimos treinta días, porque una respuesta afirmativa en este sentido lleva implícita la «asiduidad» del consumo. Desde 2012, destacó Del Busto, este indicador se redujo «en casi doce puntos porcentuales». Fijándose en estos datos, en ese «ciclo de consumo descendente», el consejero de Sanidad dice vislumbrar «un cierto horizonte de esperanza».

Francisco del Busto aseguró que «desde el enfoque sanitario, creo que lo estamos trabajando y que estamos consiguiendo resultados positivos. Sin embargo, todos deberíamos estar alineados con las políticas preventivas», instó.

No se mostró tan complaciente el diputado de Ciudadanos Armando Fernández Bartolomé, quien había pedido la comparecencia del consejero para conocer los planes de la administración a lo largo de 2018 para atajar la problemática del alcoholismo juvenil. «Este es un asunto muy serio y no lo estamos haciendo bien», afirmó, preocupado por los datos que revelan que la edad de inicio del consumo de bebidas alcohólicas entre los chavales asturianos se sitúe en los 13,8 años y que, para muchos, este consumo vaya asociado al ocio. «En este asunto, nuestra posición está muy clara: más Platón y menos botellón. O mejor, ningún botellón», arrancó su exposición el diputado de la formación naranja.

También expresó Bartolomé su preocupación por el hecho de que el 45% de los menores reconozca beber en bares o pubs y el 41%, en discotecas. Por este motivo, Bartolomé reclamó «que haya multas, y gordas, para quien transgrede la ley».

Al respecto, Francisco del Busto sacó a relucir que el año pasado se impusieron 41 sanciones a negocios de hostelería por vender bebidas a menores de 18 años. Prácticamente la mitad menos que el año anterior, cuando las inspecciones derivaron en 84 multas. Estas cifras, reconoció, pueden tener dos lecturas. Por un lado, que se está produciendo una relajación en los controles o, por otro lado, que «el sector hostelero está haciendo las cosas algo mejor». Es por esta segunda opción por la que se decanta el consejero, quien, no obstante, cree que sigue siendo necesario «profundizar» en el compromiso del sector hostelero para atajar conductas contrarias a la ley.