El presupuesto asturiano destinará más de dos mil millones a la sanidad

Las cuentas que ayer puso sobre la mesa Pablo Fernández ascienden a 2.064.384.944 euros. El primer año de legislatura, y el último antes de la pandemia de la covid, la inversión en sanidad fue de 1.717.218.559. Las cuentas de los años siguientes muestran un crecimiento continuo: 1.783 millones tuvo Salud en 2020; 1.913 en 2021 y el año en curso el presupuesto de la Consejería de Salud llegó a 1.958.702.736 euros.

El montante total que el Ejecutivo de Adrián Barbón presentará para su debate en la Junta General del Principado, supone un incremento del 20% respecto al primer año de legislatura y suma 105.682.280 euros a los del año pasado.

Del montante total, los citados 2.064 millones de euros, el 47,96% va destinado al capítulo I, es decir, a los gastos de personal. Se trata de 977.528.000 euros dirigidos, según figura en la explicación de las cuentas, a la estabilización de las plantillas, además de pagar el complemento de carrera y desarrollo profesional, así como crear nuevas categorías.

De los 977,5 millones, el 25% va, exclusivamente, a las plantillas de Atención Primaria. Son 244,3 millones para las plantillas de los centros de salud, que tendrán, además, otro refuerzo. Ha diseñado el equipo que dirige Pablo Fernández un Plan Regional Integral de Atención Primaria, dotado con 4,8 millones.

Serán, entonces, casi 250 los millones que recibirá la puerta de entrada a la red sanitaria pública asturiana, una que los sindicatos consideran al borde del colapso debido a la falta de profesionales de Medicina y Enfermería. Según los datos que manejan el Sindicato Médico (Simpa) y el de Enfermería (Satse), la sanidad pública asturiana tiene ahora 500 médicos y 1.600 enfermeras menos de las que se necesita. Solo en Atención Primaria, hacen falta cien profesionales de Medicina. Los de enfermería, mayoritariamente mujeres, se encuentran en ratios alejadas de la media europea, con menos de seis por cada mil habitantes.

Y en atender esas demandas es donde quiere echar el resto el Principado con el aumento en 40 millones del gasto de personal. En las explicaciones ofrecidas por Pablo Fernández a los integrantes del Consejo de Salud figura la creación de 2.165 plazas estructurales, así como la reducción de la temporalidad con la estabilización de la plantilla y la aparición de nuevos puestos de empleo.

En esa línea, se especifica que se crearán las categorías de Enfermería Especializada, Técnicos de Farmacia y Técnicos de Documentación.

Pero no será solo Atención Primaria el servicio que tenga un tratamiento diferenciado. En las cuentas para 2023, Salud prevé la puesta en marcha del Plan de Salud Mental y el Plan de Salud Bucodental. Mientras que para el primero no figura financiación específica, para el segundo sí aparece una partida de 700.000 euros.

Además, las cuentas incluyen inversiones, 36,8 millones, de los que la mayor parte son para alta tecnología. Son 13 millones de euros destinados a siete aparatos de tomografía computarizada (TC), de los cuales dos serán para el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), dos para Cabueñes, y uno para los hospitales Monte Naranco, Jarrio y Cangas del Narcea.

Además, habrá cinco nuevas resonancias magnéticas (dos, en Cabueñes; dos, en el HUCA, y una en el Hospital San Agustín), así como dos angiógrafos (HUCA y Cabueñes), una nueva sala de hemodinámica en el HUCA y en Cabueñes, así como un aparato de tomografía por emisión de positrones (Pet-TC) en el HUCA. En el mismo capítulo de inversiones aparecen 5,5 millones en cirugía robotizada.

El capítulo de suministros y servicios se lleva casi 500 millones. En concreto, 498,4 se distribuirán entre las farmacias hospitalarias (214,9 millones), y las compras de prótesis (53 millones), de material sanitario (47,5 millones) y de laboratorio (43,2 millones). También a pagar la factura de la limpieza (22,8 millones) y la del consumo de energía y agua (19,8 millones). La compra de vacunas supondrán un desembolso de 15,5 millones el año próximo.

En las cuentas del Sespa también aparecen los costes que supone concertar con la red privada con los servicios que necesita completar la red pública. Para la red hospitalaria privada irán a parar 90 millones, así como otros 27,5 al transporte sanitario. La realización de terapias respiratorias implican un desembolso de 9 millones, hasta completar los 130 millones que la Consejería de Salud presupuesta para la asistencia sanitaria en medios ajenos.