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JOSÉ CEZÓN
NOREÑA.
Lunes, 18 de septiembre 2017, 04:18
Noreña celebró ayer el acto central de las fiestas del Ecce-Homo con la subida del Cristo desde la iglesia parroquial de Santa María hasta la capilla de La Soledad, adonde retornaba la imagen de Jesús Nazareno tras la novena. La meteorología fue benevolente durante toda la procesión, que tardó una hora exacta en recorrer la denominada 'milla santa'.
Unos 2.500 fieles, según fuentes municipales, participaron en la subida mientras iban rezando el vía crucis, que revive las etapas que van desde la condena a muerte de Jesucristo hasta su crucifixión y sepultura. Y se repitieron las dos paradas de rigor: la salva de voladores al coronar la calle de la Iglesia y la interpretación del himno nacional al llegar al quiosco, a cargo de la Banda de Música de Noreña. Y al alcanzar la capilla, la Banda de Gaitas Villa y Condáu de Noreña interpretó el himno de Asturias. Muchos feligreses portaban la mortaja morada de la Cofradía de Jesús Nazareno y alguno de los presentes realizó el recorrido descalzo.
Detrás de la imagen del Cristo iban el párroco de Santa María, Pedro Tardón; la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña y varios concejales de la corporación; los alcaldes de Gijón, Carmen Morillón; Nava, Juan Cañal y Peñamellera Alta, José Antonio Roque; los concejales de Siero Aurora Cienfuegos y César Díaz o la presidenta de Foro, Cristina Coto. También participaron el coronel jefe del Regimiento Príncipe número 3, Raimundo Rodríguez Roca; el brigada de la Guardia Civil y jefe de puesto de Noreña, Gonzalo Lorenzo y el jefe de la Policía Local de Noreña, Eduardo García.
Tras la procesión, numerosos fieles accedieron a la ermita a contemplar al Nazareno.
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