Absuelto el profesor acusado de abusar sexualmente de un alumno de 9 años en Nava

El Juzgado de lo Penal número 1 de Oviedo ha absuelto al profesor interino de Nava acusado de un delito de abuso sexual continuado contra un alumno de 9 años al mantener conversaciones por Internet y hacerle regalos, al no ver acreditado que su comportamiento tuviera fines sexuales.

La sentencia, que la acusación particular ha anunciado que va a recurrir, absuelve al profesor al no apreciar delito en la conducta del profesor, de 35 años. Durante el juicio, celebrado a puerta cerrada el pasado 15 de mayo, el profesor admitió la existencia de dichas conversaciones y regalos, aunque rechazó cualquier intencionalidad sexual. El fallo admite que en las conversaciones que ambos tuvieron por Skype surgieron temas de índole sexual, aunque muchas de las expresiones del profesor se produjeron en el contexto de respuestas a interrogantes planteados por el alumno, pero sin quedar acreditado que buscara satisfacer su deseo sexual.

Igualmente, acredita que el profesor le regaló un volante y unos pedales para la Play Station «por el aprecio, cariño que sentía hacia el niño».

La sentencia también considera probado que el profesor, «en el ejercicio de su actividad profesional, daba muestras de afectividad con los niños», los besaba y los cogía en brazos, pero también sin el propósito de satisfacer su deseo sexual.

El magistrado no ve indicio alguno de que el profesor pretendiera interferir en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad y sexualidad del menor, y tampoco de que buscara un goce sexual.

A su juicio, actuó con el propósito de «educar» en materia sexual, «utilizando términos, expresiones crudas, ásperas, sin suavidad, y ello no es constitutivo de delito», y apunta incluso el profesor recomendó al menor hablar de esos temas con sus padres.

En la vista oral tanto la Fiscalía como la acusación particular mantuvieron su petición de pena de dos años de prisión, seis de inhabilitación, tres años de libertad vigilada y cuatro de alejamiento.

Según el relato del Ministerio Público, el procesado comenzó en noviembre de 2015 a relacionarse con otros alumnos del colegio, de entre 6 y 12 años, con los que jugaba en ocasiones en el patio y a los que prodigaba abundantes besos y abrazos.

Tras ganarse su confianza, el acusado comenzó poco después a mantener conversaciones de Skype con la víctima durante las noches de los fines de semana.

En todas ellas, sostenía la Fiscalía, el acusado comenzaba hablando de cuestiones de interés del niño, como el fútbol o el colegio, pero luego desviaba la conversación a «temas sexuales totalmente inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico».

El 9 de marzo de 2016, la madre del niño, al advertir que había disminuido el rendimiento escolar de su hijo y se había alterado su caligrafía y sospechar del uso que hacía de la tableta los fines de semana y de los regalos que recibía de su profesor, presentó denuncia ante la Guardia Civil.