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El personal de cocina es el encargado de confeccionar los menús.
Un colegio de bocado saludable

Un colegio de bocado saludable

La dirección del Condado de Noreña mejora la calidad de sus 220 menús diarios

LYDIA IS

NOREÑA.

Domingo, 18 de febrero 2018, 01:07

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A las dos y media de la tarde, la radio escolar anuncia el final de jornada en el Colegio Público Condado de Noreña. Entre abrigos, mochilas, despedidas y alguna carrera por los pasillos, 220 alumnos de los 420 que tiene el centro, se dirigen al comedor.

Allí los esperan las nueve cuidadoras preparadas para servir el menú que a lo largo de la mañana ha preparado el personal de cocina. «Para algunos centros la gestión directa del comedor es una carga, pero nosotros lo vemos como un valor añadido, lo tratamos como un aula más, un espacio donde todos los alumnos conviven y en el que también se aprende», destaca el director, Daniel García Ron.

Es su primer curso al frente del Condado de Noreña y una de sus decisiones iniciales fue dar un giro al servicio. «El objetivo era elevar el estándar de calidad que había, profesionalizarlo, no podemos olvidar que los niños son usuarios exigentes y las familias también se preocupan mucho por la alimentación de sus hijos», apunta.

Para ello contó con la ayuda del jefe de estudios, Indalecio Santos. «Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos menús que fuesen cien por cien naturales y a ser posible con productos sostenibles y de cercanía, así que empezamos por analizar todos los proveedores que había y cambiar los protocolos de recepción de pedidos, lo que también nos ha permitido ajustar los gastos», explica. Este curso, según marca la Consejería de Educación, las familias deben abonar 3,5 euros por comensal y día, lo que supone 63,87 euros al mes.

«Una vez a la semana hay pescado fresco y nuestra intención es ampliarlo a dos para reducir el uso de congelados; la fruta siempre es de temporada y se compra dos veces por semana para evitar tener que meterla en cámaras, la carne y el pan lo compramos en Noreña, los embutidos son de la línea saludable de El Hórreo y el aceite con el que se cocina es de oliva virgen extra y procede de una cooperativa de Sierra Magina, en Jaén», detalla Santos, quien añade que «nos gustaría incorporar productos ecológicos, pero es complicado con el presupuesto que tenemos».

Por su parte, el personal de cocina, formado por cuatro profesionales, es el encargado de confeccionar los menús mensuales, teniendo en cuenta la Estrategia NAOS para la prevención de la obesidad. «Están siempre supervisados por la pediatra del centro de salud de Noreña», señala el jefe de estudios.

Asimismo, el colegio presta especial atención a aquellos alumnos que por intolerancias o enfermedad requieren una alimentación diferente. En el caso de los celiacos, los niños comparten mesa con pan y cubiertos propios para evitar el contacto con cualquier traza de gluten.

Otro de los cambios introducidos este curso tiene que ver con el comportamiento de los alumnos a la hora de la comida. «Hasta ahora se penalizaba el ruido, pero creemos que los niños tienen que relacionarse entre ellos y contarse sus cosas, así que tenemos un sistema de semáforo en el que todos parten del verde y cambiar de color si se portan mal, no comen bien o no obedecen a las educadoras», explica Santos.

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