La Ería de Porrúa iniciará en octubre la recogida de animales en Siero

El nuevo contrato tendrá un límite de gasto anual de 132.958 euros, que también ha sido aprobado en el decreto. Los servicios de recogida ordinarios tendrán un coste de 122.955 euros anuales y los servicios urgentes ascenderán a 54,45 euros por unidad, pero con el límite total de gasto anual antes mencionado.

El Centro La Ería dispone en la actualidad de una capacidad par acoger a 150 animales, pero se va a ampliar en otro centenar más, según informó ayer a este diario su propietario, Juan González. La recogida se limitará a perros abandonados y a gatos domésticos extraviados, apuntó. El adjudicatario garantizó, asimismo, la plena capacidad de su empresa para prestar el servicio desde el concejo de Llanes y para acudir a realizar cualquier recogida «en un plazo de 45 o 50 minutos, las veinticuatro horas del día y los 365 días del año», dijo. De hecho, la empresa ya lleva tres meses prestando servicios coyunturales de recogida en Siero, además de otro centro ubicado en Valdesoto, mientras se resolvía la licitación.

González comentó que su empresa tiene firmado otro contrato de recogida de animales con el Ayuntamiento de Ribadesella y está prestando servicios «muy puntuales» para los concejos de Ponga, Villaviciosa, San Martín del Rey Aurelio, Laviana, Sobrescobio, Sariego, Corvera y Caravia. También comentó que el servicio en Siero comenzará entre los días 5 y 15 de octubre.

Con este nuevo contrato se resuelve la situación de provisionalidad de un servicio municipal, que estaba sin adjudicatario desde que el centro canino de El Xelán, de Aramil, decidió renunciar a mediados de febrero a la opción de prórroga del contrato por otros dos años para dedicarse en exclusiva a labores de guardería y adiestramiento canino. No obstante, la empresa aceptó seguir dando cobijo a los más de sesenta perros que tenía en aquel momento, de propiedad municipal, hasta que se contratara a otro interesado, pero declinó seguir recogiendo más animales abandonados, lo que obligó al Ayuntamiento de Siero a buscar otras alternativas desde entonces.