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J. C. D.
LA VALLINA.
Viernes, 24 de agosto 2018, 00:11
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El carpintero gijonés Benjamín Álvarez Blanco, vecino de La Vallina de 58 años, será el primer beneficiario de la alegación para bonificar el impuesto ICIO en Siero. Un incendio, declarado en la madrugada del 10 de abril en el interruptor del desván de su vivienda, le dejó con lo puesto. Estaba durmiendo y le despertó el ruido de las tejas desplomándose. «No pude coger ni los zapatos; salí afuera con un chaquetón y subí otra vez corriendo a la habitación a por el teléfono para poder llamar», recuerda.
En apenas media hora, perdió todas sus pertenencias y las herramientas de trabajo, pero a los dos días del siniestro ya comenzó a desescombrar. Desde entonces, está rehabilitando la vivienda -de la que solo quedó en pie la fachada de piedra- con la ayuda de un albañil. «Sumamos entre los dos casi 130 años», bromea.
El proyecto para recuperar la edificación está valorado en 115.000 euros, aunque lo irá ejecutando «hasta donde llegue el dinero», dice. El impuesto ICIO asciende al 3,65% del presupuesto de la obra, por lo que podría ahorrarse unos cuatro mil euros con la exención fiscal.
Lo único gratificante de su desgracia ha sido la solidaridad vecinal. Se organizó un festival que recaudó 2.490 euros y también recibió ayudas de la asociación de vecinos, la comisión de festejos, los Servicios Sociales y de gente a título particular. Benjamín llevaba viviendo en La Vallina desde 2009 y antes había residido veintidós años en Careses, pero tampoco tenía una relación muy estrecha con sus parroquianos, a quienes estará eternamente agradecido por el apoyo.
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