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Un juzgado exonera una deuda de 41.557 euros a una familia de Lugones

Un juzgado exonera una deuda de 41.557 euros a una familia de Lugones

«Cumplían todos los requisitos para acogerse a la ley de Segunda Oportunidad», indican los abogados del colectivo Ayuda al Endeudamiento

JUAN VEGA

LUGONES.

Sábado, 5 de febrero 2022, 00:43

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El Juzgado de Primera Instancia número dos de Siero ha cancelado la deuda de 41. 557 euros que una familia de Lugones había contraído durante varios años con varias entidades financieras. El reseteo económico de estos sierenses ha sido posible gracias a la ley de Segunda Oportunidad, aprobada en 2015, y al trabajo de los abogados de la Asociación de Ayuda al Endeudamiento.

El empeoramiento de la situación económica de la familia lugonense comenzó después tener que enfrentarse a un problema de salud de uno de sus allegados, lo que les obligó a solicitar varios créditos. Nunca imaginaron que, meses más tarde, una pandemia iba a anegarles el trabajo y, por ende, su fuente de ingresos y método de acabar con sus deudas. «Todos estos casos se van formando poco a poco, y los clientes nos suelen llamar cuando ya no pueden más con la presión que realizan sobre ellos los acreedores», explica el abogado gerente de la asociación, Francisco Bautista.

En ese momento de desesperación, el matrimonio se puso en contacto con la asociación para que pudiesen asesorarles sobre las posibles vías legales para liquidar la deuda, que no hacía más que incrementarse debido a la necesidad de pagar también la hipoteca de la vivienda donde residen. «Pronto comenzaron las llamadas por parte de las entidades bancarias reclamando el cobro de la deuda e incluso amenazas de embargo sobre el domicilio», detalla Bautista.

La cancelación de la deuda y la inclusión de esta familia en la lista de morosos no es fruto de la casualidad, ya que la ley de Segunda Oportunidad obliga a los afectados a cumplir una serie de requisitos para que se termine fallando a su favor. En primer lugar, es indispensable no contar con antecedentes penales socioeconómicos, así como no tener una deuda de superior a los cinco millones de euros. Por otra parte, es necesario la acreditación de buena fe como deudor. El letrado de la asociación que este punto significa que el letrado «tiene que intentar, de manera formal, llegar a un acuerdo con las partes ante un notario».

Otro de los requisitos para la aplicación de la ley pasa por la ausencia de bienes de los afectados. En este caso, la familia logró acreditar ante los magistrados del Juzgado de Siero que su vivienda era una «prioridad» para ellos. «No pagaban las deudas con las entidades financieras, pero sí la hipoteca», comenta la abogada de la asociación, Andrea Olcina. Fue precisamente este hecho lo que les permitió conservarla: «Siendo su residencia habitual, llevando al día el préstamo hipotecario y, además, con una mínima diferencia entre el préstamo y el valor real de la vivienda las posibilidades de perder el bien son casi inexistentes».

El caso de la familia lugonense terminó bien y no es el único. Este año, la asociación también consiguió una sentencia favorable para que un funcionario de Murcia no perdiese su vivienda y se le exonerase una deuda de 110.000 euros. «Hay veces que no eres dueño de tu destino económico y si demuestras que tienes buena intención es necesario que tengas una segunda oportunidad», concluyen desde la asociación.

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