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Un hombre se dirige al centro de salud de Pola de Siero. IMANOL RIMADA
«Los pacientes se encuentran con que llaman y no les cogen el teléfono»

«Los pacientes se encuentran con que llaman y no les cogen el teléfono»

Usuarios y trabajadores del centro de salud de Pola de Siero reclaman mejoras en la atención y la plantilla, que se encuentra «saturada»

M. RIVERO

POLA DE SIERO.

Viernes, 7 de enero 2022, 00:36

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Los vecinos de la Pola no pueden más. Desde que hace dos años llegó la crisis sanitaria, ir al centro de salud local se ha convertido en una pesadilla para muchos polesos. Y aunque entienden la «saturación» a la que están sometidos los trabajadores, reclaman una mejor atención telefónica y presencial y piden que se contrate más personal.

«Llamas, llamas y llamas y no atiende nadie. O lo descuelgan. Están aprovechando para escaquearse», afea José Antonio Solís, harto de los rodeos que le está suponiendo ir a recoger el alta médica de su yerno, confinado con coronavirus y a la espera desde el domingo de la llamada de su médico. A su hija, asegura, le pasó lo mismo. «Dicen que le llaman y que tiene el teléfono descolgado, es absurdo, ella está en casa. Intenta llamar y no hay manera», insiste.

Los sanitarios no son ajenos a las carencias del centro. Una trabajadora que prefiere mantener su anonimato admite que «los usuarios se encuentran con que no les cogen el teléfono» para cualquier gestión, «así que se tienen que acercar al centro de salud». Es el caso de Encarnación Ramos Tapia, que ha pasado días para poder cambiar una citación que le coincidía con otra en el Hospital Universitario Central de Asturias. «Llamando, llamando y siempre comunicando, a las dos de la tarde salta el mensaje de que el teléfono está inoperativo. O comunica o está inoperativo, no hay manera y al final termino teniendo que venir presencialmente. Que te cojan el teléfono es una lotería», cuenta desesperada.

No concibe que «algo tan sencillo» como quitar un tapón de oído se haya retrasado 17 días, a pesar de que los facultativos le dijeron que tendría turno «en un par». «¿Tanto tienen que hacer también las enfermeras?», se pregunta. Tanto para ella como para Solís, que entiende que existe «un colapso y un desbarajuste total», resulta comprensible que se prioricen «las colas» que se forman en el centro de salud poleso para la atención presencial, pero insisten en la necesidad de poner «a una persona sola» al teléfono y agilizar ciertos servicios. Y es que, las citas, eso sí, «afortunadamente» vuelven a ser presenciales, pero no inmediatas, así que «tienen que esperar a lo mejor cuatro días», explica la trabajadora.

Por otro lado, la falta de personal -especialmente durante los pasados festivos- obliga a asumir más pacientes por médico, lo que las colas son constantes y el sistema se satura. «Nosotros somos la primera puerta a la sanidad», recuerda. Lo ha notado A.C.R., cuyo insomnio le llevó a tener que pedir cita en un centro privado ante la carencia de médicos. «Mi psiquiatra está de baja desde hace un año y el que la sustituye no está siempre, para los demás, si estás mal vas al HUCA», lamenta. Su solución: pagar. «Llevaba tres semanas sin dormir y si tengo que esperar al ingreso, eso no puede ser, así que tuve que recurrir a la privada teniendo una supuesta sanidad pública» relata indignado.

Por este tipo de situaciones los propios trabajadores, se suman a sus pacientes para pedir «más personal» y el fin de unos contratos que consideran «precarios». Al final, resume la trabajadora, se trata de «una mala gestión». Una problemática para la que pone de ejemplo el refuerzo en plantilla de atención durante el verano a través de médicos del hospital que hacían guardia, algo que «no puede ser».

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