Salvador Ondó, el rey indiscutible de la sidra

El concurso estuvo organizado por la Asociación de Escanciadores de Asturias, con el patrocinio del Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias y Caja Rural, y la colaboración de Otea. Este año hubo una media de veinticinco participantes por concurso y el récord se estableció en Gijón con 53 escanciadores, según apuntó el coordinador, Enrique Tuya. Los tres primeros clasificados recibieron 500, 300 y 200 euros, respectivamente, y un diploma donado por la asociación Aspace. Y la Cofradía de los Siceratores de Asturias entregó la montera de oro al vencedor.

Ondó, quien lleva escanciando 21 de sus 36 años, afirmaba que su principal cualidad era la constancia. «Creo en lo que hago», dijo. Entrena «casi todos los días» en tiempos y medidas y considera que la clave del oficio es «el temple y la calma». Del estilo destacó «el chorro uniforme y el vaso cuanto menos lo cojas, mejor, porque vibra y espalma más». Y pidió a los hosteleros que faciliten la participación en los concursos.

El secretario de Otea, Javier Fernández, criticó que el Principado haya rechazado crear un grado superior de Gatronomía, «cuando no les iba a costar nada» y alertó de la falta de directivos con formación para el sector hostelero. También anunció la creación de una mesa intersectorial, liderada por Otea, para que se reconozca la categoría laboral de escanciador y de maestro escanciador, que sería superior a la del camarero. «La patronal se compromete a a que se refleje en futuros convenios de hostelería», aseguró.

El alcalde de Nava, Juan Cañal, reconoció que la administración «es demasiado lenta y hay mucho que cambiar». Mencionó las mejoras realizadas en el Museo de la Sidra: «De una situación de quiebra, ahora es muy favorable para nuevos proyectos y tiene que ser aquí donde se den los premios». Confía en que en el primer semestre de 2019 haya señalización del museo y se comprometió a habilitar el próximo año un espacio para la DOP y los escanciadores. Y que el recinto acoja la campara para nombrar la sidra como patrimonio inmaterial de la humanidad.