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Aurelio Quirós, alcalde de Noreña en 2001, junto al entonces consejero Santiago Menéndez de Luarca en la inauguración. P. NOSTI
«Es una seña de identidad de Noreña»

«Es una seña de identidad de Noreña»

El monumento al gochu de la villa, diseñado por el artista José Luis Iglesias Luelmo, cumple la mayoría de edad

JUAN VEGA

NOREÑA.

Viernes, 13 de septiembre 2019, 00:11

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El Monumento al Gochu de Noreña, la emblemática obra en bronce diseñada por el langreano José Luis Iglesias Luelmo y situada en la avenida Flórez Estrada, se acerca a su mayoría de edad. El próximo domingo, 15 de septiembre, se cumplen dieciocho años de la inauguración de esta escultura que homenajea al animal que aporta la materia prima a la importante industria chacinera del concejo.

El cronista de Noreña, Miguel Ángel Fuente, recordó que cuando se ideó ya existía algún monumento a la matanza, pero confiaron en el proyecto. Destacó que «la escultura está apoyada sobre su pata derecha, que dicen que es la parte que más disfrutamos del jamón después».

La tradición del gochu tiene como origen las Fiestas del Picadillo, organizadas por el gremio de San Marcos. El concejal de Cultura, Jesús Álvarez, propuso la iniciativa para incentivar la matanza. Planteó, tras realizar las citadas fiestas gastronómicas, colocar un monumento en homenaje a uno de los principales reclamos de la localidad. Una fiesta que comenzó en los años setenta y que más tarde evolucionaría en la de sabadiego -un chorizo negro, típico del concejo, que se remonta al siglo XVIII-. «Es necesario apostar por el gochu que tenemos en esta región, se sacrificaban más de 25.000 cerdos aquí al mes; nada que ver con la cifra negativa que tenemos hoy en día», justificó el edil.

Fue finalmente realizada por los Caballeros de la Orden del Sabadiego, la colaboración vecinal y el patrocinio del Ayuntamiento de Noreña y Cajastur.

Jesús Ruiz, vecino de Noreña, considera que después de dieciocho años la escultura se ha convertido en una «una seña de identidad» de la villa. Defendió que es «necesario» que se «conozcan las tradiciones» de la zona porque «forman parte de la historia de los noreñenses. Al igual que la de los zapateros, forma parte de la historia de este pueblo».

Como anécdota, Fuente recuerda que la primera noche después de que los entonces alcalde de Noreña Aurelio Quirós y el consejero de Zona Rural Santiago Menéndez la inauguraran, la escultura «apareció completamente girada, lo que ocasionó un gran revuelo en el pueblo». Un hecho que, según el cronista, «nunca se volvió a repetir» y ahí lleva dieciocho años.

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