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Varios trenes aparcados en el exterior de los talleres de El Berrón. IMANOL RIMADA
En las tripas del ferrocarril

En las tripas del ferrocarril

El Berrón alberga la base de mantenimiento de material móvil en la red de ancho métrico | Con 17.512 metros cuadrados de superficie cubierta, las instalaciones dan empleo a 74 trabajadores directos y a 14 indirectos

lydia is

Viernes, 3 de agosto 2018, 19:27

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A las siete de la mañana comienza el trajín en la base de mantenimiento que Renfe-Feve tiene en El Berrón. 17.512 metros cuadrados de superficie cubierta que desde 1999 funcionan como taller, que fueron ampliados en 2012 y que acogen el grueso de reparaciones de los trenes que pertenecen a la red de ancho métrico.

En total, hasta dieciséis vehículos distintos a los que los 74 empleados directos y 14 indirectos examinan las tripas. Al frente de todos ellos, Sonia Santos García, jefa de la base desde noviembre de 2016 y primera mujer en ponerse al mando en la zona. Un hito al que resta importancia. «Soy una más», asegura. En España, son tres las mujeres que lideran un taller de entre los más de cincuenta existentes. En cuanto a las trabajadoras, la cifra también es testimonial, en El Berrón hay dos mujeres, pero hay muchos lugares en los que no hay ninguna.

Sin embargo, Santos se confiesa optimista y confía en que en los próximos años la cifra de empleo femenino en el ferrocarril aumente. También la de los jóvenes, ya que defiende que el de los trenes es un sector con futuro laboral. «Es una pena que pasemos tan desapercibidos, los estudiantes de los ciclos formativos no siempre caen en la cuenta o les orientan para que prueben en el ferrocarril», lamenta.

Juan Antonio Giraldo posa junto a la última locomotora con la que ha trabajado.
Juan Antonio Giraldo posa junto a la última locomotora con la que ha trabajado. Imanol Rimada

En El Berrón, la media de edad de los trabajadores está bajando y la jefa explica que se está llevando a cabo una renovación de la plantilla tras una oleada de jubilaciones. Desde noviembre de 2017, se han incorporado una veintena de empleados. «Hay gente que lleva vinculada a la empresa cuarenta años y eso produce un fenómeno curioso, por un lado tenemos trabajadores mayores y por otro, muy jóvenes, pero entre los treinta y cuarenta años son minoría»; apunta.

Avanza que uno de los objetivos de las instalaciones es convertirse en destino de prácticas para el alumnado del ciclo especializado de Formación Profesional que Renfe quiere poner en marcha con la colaboración de la Consejería de Educación. «Es un proyecto de FP Dual en el que se está trabajando y confío en que llegue a buen término, el ferrocarril forma parte del tejido industrial y es una fuente de empleo», defiende Santos, quien añade que «el futuro es dar continuidad a los trabajos actuales, pero esa es una decisión política que nos trasciende», comenta.

580 millones para Cercanías

Por lo pronto, las expectativas son buenas. El Gobierno de Pedro Sánchez tiene el compromiso de invertir 580 millones de euros solo en Cercanías. En  Asturias, la red de ancho métrico dispone de tres instalaciones vinculadas con la actividad de mantenimiento de material móvil. Así, las de El Berrón y Pravia efectúan tareas habituales de mantenimiento preventivo y correctivo, mientras que la de Candás se emplea para la ejecución de transformaciones de material o trabajos para terceros. También existe un taller en Figaredo para la línea que une con Collanzo y otro en Llanera de Renfe convencional.

«Tenemos un parque para reparar y conservar muy variado, numerosas locomotoras, plataformas y tolvas de mercancías, y el Transcantábrico y el Expreso de La Robla», enumera Santos. «El trabajo se divide en dos partes, por un lado, las labores de mantenimiento directo de los trenes y las de prevención según el plan de cada tren y por otro, las labores para corregir averías», explica.

Asimismo, las instalaciones de El Berrón también son centro de pruebas y desarrollo de nuevas tecnologías y, adicionalmente, se efectúan tareas de reparación de subsistemas o conjuntos de las diferentes series de material y por lo tanto sirve a su vez de proveedor interno de materiales a los talleres de Santander, Cistierna, Ferrol y Balsameda.

En cuanto a las averías, la jefa de la base de mantenimiento detalla que la mayoría se producen por la entrada de agua en los motores. «Este año, con todo lo que está lloviendo, estamos notando más problemas», reconoce. Solo en el mes de julio se suspendieron 300 servicios por problemas técnicos. Los operarios también intervienen en los sistemas de apertura y cierre de puertas, en el aire acondicionado y en otras incidencias derivadas de la climatología y la orografía. «Estamos llevando a cabo un plan de mejora de la fiabilidad de dos unidades de las series más antiguas que nos van a permitir alargar la vida útil del tren, que oscila entre los treinta y los cuarenta años», señala. Y asegura que «aunque es un problema generalizado a nivel de España, en Asturias nos preocupan los grafiteros, que causan numerosos daños en la pintura muy difíciles y costosos de solucionar».

Por otro lado, el taller tiene brigada de socorro, que acude en caso de accidente o incidente para transportar el tren de la mejor manera posible y también ofrece asistencia técnica en línea para aquellos conductores que detecten alguna anomalía mientras están en marcha.

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