Los sindicatos critican que el «desorganizado» fin de curso genera «incertidumbre y estrés»

Carmen Suárez se está enfrentando, sin ninguna duda, a la etapa más complicada de su gestión. Bajo su responsabilidad, organizar un final de curso con 535 centros en los que se imparte docencia cerrados, 150.000 alumnos desde Infantil a Bachillerato y FP y ... docentes. Pasan las semanas y en lugar de ir despejando incógnitas se mantiene la «desorganización». Al menos eso es lo que aseguran los sindicatos docentes, que están siendo especialmente críticos estos últimos días con la Consejería de Educación. El equipo responsable del departamento tuvo una auténtica jornada maratoniana de reuniones con todos los sectores para informar de cómo va a ser la evaluación de este tramo final del curso. En principio, parecía que al menos los directores de Primaria y Secundaria, así como los sindicatos de la concertada, quedaban relativamente satisfechos por logar la «seguridad jurídica» que tanto habían reclamado. Por lo demás no había grandes novedades, salvo confirmar que la materia del tercer trimestre solo servirá para subir nota y que la calificación final no podrá ser inferior a la conseguida en el primer y el segundo trimestres.

Pero, según fueron pasando las horas, se destapó el conflicto. Primero, porque la consejera advirtió de que se trataba de un documento «de carácter reservado» y que no podían hacer ninguna declaración al respecto ni desvelar su contenido. La situación llamó la atención, teniendo en cuenta que la tarde antes se habían publicado algunas instrucciones (las novenas ya) sobre la evaluación y que el nuevo documento debe ser publicado en el BOPA.

Pero, más allá de las formas, el fondo tampoco convence. Lo que llamó la atención es que las críticas más contundentes llegaron de UGT, que hizo público un comunicado tajante. Su portavoz, Maxi Fernández, dijo estar «cansada» de esperar y de recibir una y otra y otra llamada de docentes «desesperados». «Una gestión deficiente está generando un final de curso caótico. El profesorado no se merecía esto después del descomunal trabajo realizado», arranca el comunicado de UGT. Ningún otro sindicato llega a usar el término «caos», e incluso CC OO rechazó el lenguaje usado por UGT, pero lo cierto es que las críticas llegan desde todos los frentes sindicales. SUATEA habla de «descontrol horario y estrés para el profesorado». ANPE de unos docentes «desbordados por las nuevas pretensiones burocráticas de la consejería que llegan tarde y mal; el nivel de estrés en el colectivo es insoportable, por una mala planificación que sobrecarga de trabajo». Y CC OO lamenta que «se está regulando de espaldas a la práctica real del profesorado», que hay un exceso de instrucciones y documentos que se remiten a los centros y que, pese a todo, aún no se han aclarado las cuestiones referentes al final del curso en las Escuelas de Arte y de Idiomas, por ejemplo. O que no se están haciendo llamamientos a interinos, con lo que muchos no van a llegar al periodo mínimo trabajado para poder cobrar durante el verano. O que los docentes aún no hayan podido acceder a los centros educativos para recoger material que necesitan para las evaluaciones. Quedan, dicen, muchas dudas.