Solo el 37% del alumnado asturiano tiene acceso a una plataforma 'online' eficaz para estudiar

«Todas las comunidades autónomas están lejos de la universalidad para que el traslado de la escuela al hogar se dé en condiciones de igualdad para todos». La Fundación COTEC deja claro que la situación de España no es óptima para afrontar, como está sucediendo, un periodo de enseñanza a distancia. Pero dentro del país hay diferencias y en la comparativa Asturias sale mal parada. Solo el 37% de los alumnos disponen de una plataforma online eficaz de apoyo a la enseñanza en sus centros educativos. Somos los penúltimos en el ranking, solo por delante de Aragón, y muy lejos de Castilla y León, Baleares, Canarias y Cataluña, todas por encima del 60%. Y eso que, en lo que respecta a la formación del profesorado en cuestiones tecnológicas no son tan malos los porcentajes. De hecho, entre el 60 y el 70% de los docentes tienen recursos profesionales eficaces disponibles para aprender a usar las herramientas tecnológicas necesarias. Y entre el 50 y el 60% tienen las habilidades necesarias.

Todos estas cuestiones están recogidas en el informe 'COVID-19 y Educación: problemas, respuestas y escenarios', un completo documento que ha publicado Cotec y que enumera todos los cambios y modificaciones que habría que adoptar en el sistema educativo en función de cómo evolucione la pandemia. El mejor de los escenarios sería poder volver a las aulas en mayo y, el peor, no hacerlo hasta septiembre. En cualquiera de los casos se concluye que habrá consecuencias negativas para el aprendizaje de los alumnos, que puede estar afectado además por tres brechas: la de acceso, es decir, aquellos que no tienen ordenador o conexión a internet; la de uso, que implica el tiempo de conexión y la calidad del mismo y, finalmente, la brecha escolar, esto es, las habilidades del profesorado, disponibilidad de recursos y adecuación de plataformas online de apoyo a la enseñanza.

Las consecuencias del cierre de las aulas, dice la Fundación COTEC, serán diferentes según el nivel socioeconómico de los alumnos. Y así, mientras que a los de rentas medias y altas se les presupone la pérdida de un 20% del aprendizaje, a los de rentas más bajas se da por hecho que «desprenderán».