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Un estímulo para futuros empresarios

Un estímulo para futuros empresarios

Los centros participantes en StartInnova destacan la oportunidad que supone para los alumnos

josé l. gonzález

Miércoles, 29 de octubre 2014, 10:55

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Un estímulo para futuros empresarios. Así definen los once centros participantes en el programa StartInnova, que organiza el diario EL COMERCIO, la formación que se ofrece a sus alumnos a través de esta iniciativa. Ideado a modo de concurso, este proyecto permite que los jóvenes estudiantes se adentren en el mundo de la empresa, primero con una formación teórica basada en el método Canvas y después con la puesta en marcha de una empresa siguiendo la misma técnica. «Es un plus, algo que nosotros no podíamos ofertar. Es un paso más en la formación práctica», reconoce Charo Gómez, directora de la Escuela Europea de Gijón.

Tanto la formación como el proceso para crear la empresa llega a los alumnos a través de una plataforma en línea estructurada para ir siguiendo una serie de pasos que, de forma intuitiva y sencilla, les adentra en el mundo de la creación de un proyecto de negocio. «Participar en este programa les obliga a trabajar en equipo, a negociar, a consensuar. Es un poco diferente de lo que trabajan habitualmente y eso les gusta.Solo se trata de que cojan el ritmo», explica Cristina Fernández, profesora del Centro Concertado de Formación profesional Revillagigedo.

El hecho de que la formación llegue a través de internet hace que los alumnos se impliquen más. Lo explica José Luis Villar, profesor del colegio La Inmaculada. «Para ellos es una formación más entretenida y asequible. Todo lo que sea a través de internet les resulta más divertido».

Gemma Ratueira, profesora del Instituto Doña Jimena, que ya participó en la primera edición de StartInnova, sabe que este programa «no les cuesta.Solo tienen que entender la dinámica. Es algo diferente a lo que se les ofrece habitualmente en las clases y eso les gusta», explica.

Y es que, para los alumnos, la participación en este programa puede ser, además de una forma de divertirse aprendiendo, un estímulo para su futuro profesional. Así lo espera al menos Eva Ramón, profesora del colegio La Asunción. «Con esta formación se meten en la cultura emprendedora y es una forma de estimular la aparición de futuros empresarios. Fomenta la iniciativa y la creatividad».

El programa obliga a los alumnos a salir más allá de los muros de su centro escolar para dar algunos de los pasos que debería dar cualquier empresario que quisiese poner en marcha un negocio. El hecho de tener que buscar, por ejemplo, un local donde desarrollarían su actividad si llegasen a hacer real la idea de su proyecto, implica una formación más cercana a la realidad. Lo expone María Rodríguez Valgrande, profesora del IES Monte Naranco, de Oviedo. «Este programa les obliga a hacer algo más fuera del aula, algo más real. Tienen que poner en marcha algo que podría ser viable y además defenderlo delante de un tribunal, lo cual es fantástico».

La visión del profesor

No solo los alumnos tiene la oportunidad de acercarse a algo diferente a lo que hacen habitualmente. Para los profesores, StartInnova también supone una herramienta con la que desarrollar mejor su trabajo. «Es un modelo que no usábamos y funciona. Es muy útil y dinámico», señala María Rodríguez Valgrande.

En la idea de utilidad insiste también José Luis Villar, quien considera que se trata de una herramienta que le viene «como anillo al dedo para la asignatura de segundo de Bachiller. Tienen que hacer un proyecto empresarial y esto permite hacerlo en el primer trimestre de una forma llevadera, entretenida y asequible», asegura.

Además de las dos grandes ciudades asturianas, el programa StartInnova está ya implantado en otras zonas de Asturias. Así, Avilés cuenta con dos centros que se han implicado en la iniciativa. Se trata del San Fernando y el Santo Ángel, dos colegios que valoran los beneficios de la propuesta. «Les ofrece la visión de qué tener en cuenta si ponen en marcha una empresa, de lo que resulta fundamental estudiar cuando se monta un negocio», señala Mercedes Fernández, profesora del colegio Santo Ángel.

Marcos Prieto, profesor del colegio San Fernando, cree que el hecho de que tengan que llegar a poner en marcha el negocio aporta a los alumnos un conocimiento que no adquirirían de otra manera. «La asignatura aporta mucho, pero es distinto el conocimiento teórico y el hecho de desarrollar la parte práctica».

StartInnova llega también a Langreo, a través de su Centro Integrado de FormaciónProfesional. Desde allí, su jefa de estudios, Pilar Novoa, destaca el «aliciente de la competición» que tiene esta iniciativa. «Además de ello tiene el componente de que su propia idea debe salir fuera del centro. Para nosotros el que aprendan a crear su propio negocio es algo fundamental. Espero que sirva para que los alumnos empiecen a emprender».

Otro de los centros participantes en esta iniciativa es el colegio Carlos Bousoño, de Boal, que ya obtuvo excelentes resultados en la pasada edición de StartInnova. «Al principio, les cuesta un poco entender los conceptos, pero una vez que empiezan les resulta sencillo. Hay muchas cosas que les llaman la atención, como el hecho de que cuando montes una empresa no empieces a tener beneficios al día siguiente», explica Ana Ruiz Cuetos, profesora de este centro escolar del Occidente asturiano.

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