«Es una manera práctica de aplicar contenidos»

Para ello, participará con un único equipo formado por cuatro estudiantes. Se da la circunstancia de que son tres alumnos del Bachillerato Científico, que ni siquiera cursan la asignatura de Economía pero que conocen el proyecto porque se ha desarrollado otros años, y uno del Social.

«Están muy motivados», asegura su tutora, Ana Ruiz, aunque reconoce que la mayor motivación es llegar a la final, exponer ante un jurado y ver que son capaces de sacar adelante un proyecto siendo los mejores.

Además, destaca también los conocimientos que adquieren. «Es una manera muy práctica de aplicar contenidos. A los alumnos les permite tener una visión más cercana a la realidad, sobre en qué consiste la puesta en marcha de un negocio», explica.

Como en años anteriores, parten con una limitación con respecto a otros compañeros del concurso, y es que su proyecto se enmarca en el área en el que viven, un entorno rural sin demasiado tejido empresarial. «Es un proyecto que pertenece al sector servicios y puede explotar y desarrollar los recursos del entorno, además de revitalizar la zona», avanza Ruiz, que destaca las capacidades que están desarrollando sus alumnos, como la seguridad en sí mismos, la resolución de tareas o la aplicación de contenidos teóricos a acciones prácticas que se podrían llevar a cabo.