Asturias, en alerta por la situación de los ríos

Y si en la jornada del miércoles la peor parte se la llevó el oriente asturiano, este jueves las consecuencias de las inundaciones son especialmente notables en la zona del Bajo Nalón. El río se ha desbordado en al menos cuatro tramos, a su paso por en Peñaullán, Pravia y Soto del Barco, y ha anegado desde plantaciones de kiwis hasta el Prao Salcedo, que acoge cada año el Xiringüelu de Pravia.

Además, el tráfico rodado se está viendo afectado en Muros de Nalón. El puente de Portilla, que une Soto del Barco y Muros a través de la N-632, permanece abierto, aunque con paso alterno en ambos sentidos debido a la acumulación de troncos arrastrados por el río Nalón. El tráfico está siendo regulado por semáforos.

Esta situación se mantendrá, en función de la situación meteorológica, las condiciones de seguridad del puente y de las labores de desatasco que se están llevando a cabo, informa el Ayuntamiento.

En el hospital, la incesante subida del nivel de los ríos Piloña y Sella ponía ya en alerta al personal desde primera hora. Finalmente, a las 14.35 horas se procedía a la evacuación de los pacientes ingresados, un total de 29 que fueron trasladados en 17 ambulancias a los hospitales Cabueñes de Gijón (1), San Agustín de Avilés (11), Valle del Nalón de Langreo (15) y Álvarez Buylla de Mieres (2).

Otras 26 personas que permanecían hospitalizadas recibieron el alta y 23 usuarios de hemodiálisis fueron atendidos en la unidad del Hospital Fundación de Jove, en Gijón. También las consultas tuvieron que ser reprogramadas, tanto ayer como las previstas para hoy. «Se pasa fatal esperando. Estoy muy preocupada», explicó Carmen Sánchez, vecina de Triongu, mientras aguardaba a las puertas de Urgencias por el destino de su padre, de 89 años y operado este martes de cadera. En el caso de Verónica Martínez, de Llanes, era su madre la hospitalizada, una mujer de 78 años con una salud «delicada». «Menos mal que pude venir a explicárselo, porque ella estaba desorientada», compartió.

Esa sensación de incertidumbre fue ayer general en el hospital, donde las conversaciones de la plantilla giraban en torno a una situación que les ha tocado vivir ya en tres ocasiones en los últimos once años. La primera de ellas se produjo en junio de 2010, durante la gran inundación de la capital parraguesa que también anegó el centro hospitalario. A raíz de aquel incidente se articuló un protocolo preventivo por el cual el hospital se desaloja antes de que llegue a inundarse. La misma evacuación preventiva de ayer se vivió ya en enero de 2019. «Y serán más», lamentaba una trabajadora.

La pregunta de por qué el hospital se construyó en zona inundable se repetía, una vez más, tanto entre personal como entre usuarios e incluso el propio presidente del Principado, Adrián Barbón, la asumió durante su visita a Arriondas: «La gente se pregunta cómo hicieron un hospital en zona inundable. Es que en el momento en el que se hicieron esas obras, cuando esos terrenos se adquieren, en aquel momento no eran inundables. No estaba la definición de terreno inundable», trasladó. Insistió además en que «es muy fácil juzgar desde hoy el pasado, a nosotros lo que nos toca es afrontar la situación presente y solo se afronta con esa gran inversión conjunta».

Esa inversión es la obra de protección de Arriondas frente a las riadas, de más de 17 millones de euros a aportar por Estado, Principado y Ayuntamiento de Parres y que actualmente tiene en licitación la parte correspondiente al Gobierno central, de 12 millones. «Por desgracia no llega a tiempo, pero es la primera vez que un Gobierno de España, junto con el de Asturias y el Ayuntamiento de Parres, se toma en serio hacer frente a una situación que, con el cambio climático, va a ser como estamos viendo cada vez más recurrente», dijo Barbón.

Más allá del hospital, en Arriondas el río se desbordó en la zona del parque de La Llera y permaneció en seguimiento la residencia de mayores de Castañera. En Peñamellera Baja tres de sus cuatro accesos fueron cortados, entre ellos la N-621 en Unquera. Lo mismo sucedió en la N-634 a la altura de Triongu y en el acceso a San Juan de Beleño, mientras que en Llanes se registró la rotura de la 'macro traída' de agua, lo que provocó cortes en el suministro. El reguero de daños e incidentes se repitió por Cangas de Onís, Piloña, Ribadedeva, Ribadesella, Cabrales y Peñamellera Alta. También fue suspendido el tráfico ferroviario entre Piloña y Llanes.

A la vista de las previsiones meteorológicas y de la evolución en los niveles de los ríos, la consejera de Presidencia, Rita Camblor ha procedido, a las 08.31 horas, a bajar a 'Situación 0' el Plan de Inundaciones del Principado de Asturias (Planinpa).

Esta fase de emergencia supone que se están registrando inundaciones localizadas cuya atención puede quedar asegurada mediante los medios y recursos disponibles en la zona, según ha informado el Principado en nota de prensa.

Según la información ofrecida por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), el nivel de los ríos está tendiendo a la baja, aunque algunos como el Sella, el Ponga, el Nalón, el Caudal o el Deva siguen en niveles que obligan a su seguimiento.