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San Lorenzo. El principal arenal gijonés albergó a una multitud por segundo día consecutivo.

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San Lorenzo. El principal arenal gijonés albergó a una multitud por segundo día consecutivo. AURELIO FLÓREZ

Asturias volverá a alcanzar los treinta grados antes de la llegada de las lluvias

El buen tiempo y las altas temperaturas llenaron playas, piscinas y terrazas durante este fin de semana | Dos niños tuvieron que ser rescatados por un socorrista en La Ñora al no poder salir de la mar

L. CASTRO / L. RAMOS

GIJÓN / LLANES.

Lunes, 25 de junio 2018, 03:49

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El calor que ya se dejó ver el sábado cumplió con las previsiones y se incrementó en la jornada de ayer dejando en varios concejos de Asturias temperaturas superiores a los treinta grados. La más alta se registró en Ibias con 33,5 grados, seguida de Tineo con 31,5. También Aller, Pola de Somiedo y Mieres superaron los treinta grados en el mercurio. En el resto de la región también se dieron altas temperaturas que animaron a miles de personas a disfrutar del último día del fin de semana en las playas, piscinas y terrazas de la región. San Lorenzo lucía, por segundo día consecutivo, abarrotado de toallas, sombrillas y usuarios dispuestos a captar hasta el último rayo de sol. Fueron numerosos los valientes que desafiaron a las frescas temperaturas del Cantábrico para darse un chapuzón y practicar surf.

En la playa de La Ñora, en Villaviciosa, un socorrista tuvo que rescatar, hacia las 17.30 horas, a dos niños, de diez y doce años, que «se habían adentrado demasiado» en la mar y no podían salir por sus propios medios. Todo quedó en un susto y ambos salieron ilesos, confirmaron fuentes del equipo de Salvamento de Villaviciosa.

En este concejo, unas 13.000 personas acudieron a disfrutar de la jornada en Rodiles, donde un surfista dio el susto al golpearse con su tabla, lo que le provocó una rotura en los labios.

Sin incidentes fue la jornada en otros arenales asturianos. Hubo quien, en Gijón, por ejemplo, buscando la mayor tranquilidad, optaban por Poniente. «Preferimos venir a Poniente que es más amplia y tranquila. El sábado no pudimos venir así que hoy (por ayer) nos toca aprovechar al máximo», relataba María Luisa García. En cambio, Tobit Fernández y su mujer Elena decidieron alejarse aún un poco más y disfrutar de un chapuzón en La Ñora. «Ya era hora de ver durante más de dos días la luz del sol. Estábamos cansados de estar bajo techo y encerrados en casa viendo llover, así que en cuanto vimos que hacía este día no dudamos en escaparnos a la playa por la mañana y aprovechar para dar ahora un paseo con la pequeña», comentaron ya en Gijón mientras se ponían rumbo al parque de Poniente con su hija Lucía de dos años.

También los hosteleros y heladeros recibieron con los brazos abiertos el buen tiempo de este primer fin de semana del verano. «El invierno fue larguísimo. Estamos remojados en agua, ahora toca secarse al sol. Para nosotros este fin de semana es un regalo», comentaba Rocío González, empleada de uno de los puestos de helados ubicado en el paseo de Poniente. El día se desarrolló sin incidencias en Castrillón, donde arenales como el de Salinas rozaban el lleno. Una imagen que se repetía, de igual modo, en las playas orientales, donde asturianos y turistas no dudaron en dar buena cuenta de los muchos y muy diferentes arenales que pueblan la costa. La afluencia, como ya sucediese el sábado, fue notable.

Al sol en la montaña

No todo el mundo se decantó por las playas. Las piscinas de San Lázaro, en Oviedo, se convirtieron en una buena alternativa para darse un chapuzón lejos de la arena, al igual que la poza natural de la Olla de San Vicente, en Cangas de Onís, que estuvo a rebosar. Al igual que en la presa del prau de El Molín, en Cangas del Narcea.

Las zonas de montaña registraron, de igual modo, una elevada afluencia a pesar del tirón de la costa. Según los cálculos de trabajadores de los Picos de Europa, más de dos mil personas subieron durante el fin de semana a los Lagos. Entre ellos, los moteros Manuel Garrucho y Marina Arrimadas, llegados desde Cádiz. Ambos reconocieron haberse quedado prendados de la estampa que ofrecen en esta época los Lagos, con verdes praderas y decenas de vacas y terneros pastando y, también, buscando el agua para refrescarse. «Esto es espectacular, y la carretera, con tantas curvas, estupenda para quienes disfrutamos con la moto», señalaron.

Hasta el paraje protegido también se acercaron Isabel Casanovas y su familia, procedentes de Granada. «Estamos haciendo un viaje por el Norte y el fin de semana nos tocó en Asturias. No podíamos estar más contentos, es todo precioso y tanto los niños como los mayores estamos disfrutando muchísimo entre los animales y la naturaleza», aseveró. A pocos kilómetros, en el Santuario de Covadonga, otra familia, la de Lucas Alonso, aprovechaba el buen tiempo para realizar su visita anual a la Santina. «Nací en Venezuela y mis padres ahora viven en Miami, aunque vienen todos los años. Cuando lo hacen, lo primero es venir a Covadonga, nunca fallamos», explicó mientras su hijo Lucas se refrescaba bajo el chorro de la fuente de la explanada.

En la Ruta del Cares se dieron cita numerosos turistas y senderistas. «Comienza a notarse la llegada del buen tiempo y el fin de semana hubo bastante gente, en comparación con los pasados, aunque sin llegar a niveles de pleno verano», explicaba una hostelera de la zona.

Un lunes despejado

Para hoy la Aemet prevé, de nuevo, cielos poco nubosos o despejados. En el interior, en cambio, habrá algunos intervalos nubosos, especialmente en las primeras horas de la mañana, aunque podrían darse tormentas dispersas en la zona de la Cordillera y localmente fuertes en el área suroccidental. Las temperaturas se mantendrán sin cambios y se espera que superen los treinta grados, de nuevo, en los concejos interiores del occidente de la región.

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