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Equipos de los Bomberos y de la Guardia Civil, ayer, en el lugar en el que se produjo el suceso, en la ribera coañesa de la desembocadura de la ría de Navia. SEPA
La tragedia de Manuel, el joven de Jarrio que trató de rescatar a su perro de la ría

La tragedia de Manuel, el joven de Jarrio que trató de rescatar a su perro de la ría

El oleaje lo arrastró hacia el interior de la ría de Navia, donde los bomberos lo rescataron y trataron de reanimarlo sin éxito | Su muerte conmociona a la localidad de Jarrio donde vivía con sus padres

CARLA VEGA

LOS FOXOS (COAÑA).

Lunes, 10 de enero 2022, 05:31

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Ver cómo una ola se llevaba a su perro hizo que Manuel García Rodríguez, un coañés de 31 años, no dudase en saltar al agua y jugarse la vida por rescatar a su mascota en una mañana en la que las condiciones del mar eran peligrosas. Lo que hubiera sido un apacible paseo invernal en una mañana de mala mar y viento moderado terminó en tragedia, ya que una vez en el agua este vecino de Jarrio nada pudo hacer por ponerse a salvo, falleciendo debido a los golpes que recibió al ser empujado por el oleaje contra las rocas.

Pasadas las diez y media de la mañana comenzó la pesadilla en la playa de Los Foxos, en Coaña, ubicada justo en la bocana de la ría de Navia, donde la corriente suele ser muy intensa. El Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias recibía un aviso a las 10.37 horas en el que se alertaba de que se necesitaba ayuda para rescatar a un perro al que una ola había alcanzado y estaba siendo arrastrado por la marea, encontrándose ya a unos cinco metros de la orilla.

Los bomberos del parque de Castropol se movilizaron, así como el responsable de la agrupación de Protección Civil . Este último informó al servicio de emergencias de que, debido al mal estado en el que se encontraba la mar, intentaría llegar al lugar con la embarcación neumática.

«Manuel era un gran chaval, trabajador y amante de la bicicleta»

Manuel García vivía en Jarrio junto a sus padres, y era muy conocido en la zona ya que pertenecía a una familia muy numerosa. Era común verle pasear por la misma zona en la que ayer perdió la vida, ya que su puesto de trabajo, en la depuradora de Foxas, está cerca. A nadie le extraña que decidiera jugarse la vida por salvar la de su mascota, ya que los vecinos le definen como un gran amante de los animales. «Siempre andaba con su perrín», aseguran. Los que le conocían mejor definen a Manuel como «un gran chaval, trabajador muy agradable y majo, físicamente en forma, amante del deporte y, en particular de la bicicleta», y coinciden en que es una gran pérdida. «Cuando se va alguien tan joven, tan lleno de vida, es un jarro de agua fría, se queda uno con un mal cuerpo terrible», expresaban en la tarde de ayer sus vecinos.

Mientras Protección Civil y los Bomberos llegaban, una nueva llamada, realizada por una persona diferente a quien había hecho la primera, informó que el hombre que llamaba al perro, Manuel García, también se había caído o tirado al agua. El testigo informó de que estaba viendo cómo algo flotaba, aunque no le era posible identificar el qué. Por su parte, el equipo de Protección Civil informó que la mala mar no les permitía aproximarse a la zona, por lo que los bomberos del SEPA decidieron iniciar una nueva tentativa de rescate, esta vez saliendo desde el cercano puerto de Navia por la ría hacia la desembocadura para tratar de rescatarle.

Aunque en ese momento la marea estaba bajando, el oleaje y las corrientes se llevaron al joven hacia el interior de la ría de Navia donde, entre las rocas de la ribera, los bomberos consiguieron rescatarle y emprendieron las maniobras de reanimación, en las que persistieron hasta la llegada del helicóptero medicalizado del SEPA con una médica-rescatadora a bordo, que no pudo hacer más que confirmar el fallecimiento del joven coañés, mientras que su perro, que él había intentado rescatar, no llegó a aparecer.

El suceso conmocionó a los vecinos de Coaña y de Navia, concejos en los que el joven era muy conocido. En Coaña, los conocidos de Manuel García Rodríguez lamentaban ayer la pérdida de un chico «tan joven, lleno de vitalidad, sano y buena persona». Entre quienes le conocían saben que era un hombre con buena forma física, por lo que consideran que el mar debió jugarle una mala pasada. «Seguramente antes de lanzarse al agua estaba seguro de que podría salvar a su perrín y salir», afirmaron los vecinos.

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