Secciones
Servicios
Destacamos
RAMÓN MUÑIZ
OVIEDO.
Martes, 23 de enero 2018, 03:45
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Los errores que Asturias cometió cuando Gaspar Melchor de Jovellanos impulsó la carretera a Castilla los repitió con la rampa de Pajares, su variante o la autopista del Huerna. En todas hubo retrasos, sobrecostes, cambios de proyecto, pero también, diferencias políticas, recortes y palos en las ruedas. Sobre esa tesis disertó ayer el presidente del Foro Jovellanos, Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos, quien reprodujo cartas del prócer para apoyarse.
En una el ilustrado comentaba que las obras llevaban diez años de retraso «pero su asombro de usted será harto mayor cuando sepa que las dudas, que los recursos, que los enredos y los chismes de los mismos naturales interesados en la conclusión de esta empresa, han opuesto los mayores obstáculos a su continuación».
La de la carretera a la meseta es una lucha «para superar una barrera, que no era solo física, sino la moral de una Asturias tibetanizada», consideró García-Arango. Los grandes proyectos se eternizan al unírseles «el egoísmo, la insolidaridad, la mentira, la envidia y la mezquindad, que aparecieron en aquella ocasión y que han resurgido periódicamente cuando, en otras oportunidades alguien en Asturias ha tenido iniciativas o sus dones lo han hecho brillar sobre los demás», agregó.
Invitado por Foro Asturias, el conferenciante fue presentado por el exministro Francisco Álvarez-Cascos, quien lo definió como «un ingeniero apasionado frente a los mercenarios de moqueta, que nunca pisaron una obra porque prefieren el oropel y el marketing de los despachos». De la carretera aplaudió el impulso que le dio Jovellanos «sin necesidad de hacer las encuestas de tráfico que tanto gustan hoy a los burócratas».
García-Arango subrayó los impulsos que, en los momentos clave, lograron vencer las resistencias al progreso de la región. Ocurrió por ejemplo con la manifestación popular en la plaza de la Escandalera, que se enfrentó con éxito al recorte que el constructor quería pegarle al proyecto del tren por Pajares. Si viviera hoy Jovellanos, «nos mandaría montar una 'escandalera' de vez en cuando», animó.
El impulso al corredor ferroviario atlántico, y a las autopistas del mar los necesita, a su juicio. «Necesitan una 'escandalera'; deberíamos ser capaces en el noroeste de unirnos, todos los que estamos marginados, y los que encabecen la manifestación deberían ser los más importantes, los Masaveu, el de Zara y la Dupont. No se trata de que los empresarios tomen un café de vez en cuando y manden un comunicado; se trata de que los empresarios lideren, que hagan como están haciendo en el Mediterráneo Juan Roig y Vicente Boluda, con toda la sociedad detrás», expuso.
El que fuera ingeniero-jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado aseguró que «con voluntad política» sería posible transformar la red ferroviaria al ancho europeo, «algo necesario». García-Arango planteó la necesidad de ejecutar un tren moderno para la costa «pero no una mejora de Feve, pues eso es como un tren del Oeste». Sobre la ZALIA, reconoció que la falta de conexión ferroviaria y enlaces viarios lastra, pero «su problema es que no tiene una estrategia comercial desde que se fundó».
La charla contó con doscientos asistentes entre los que estaban la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón; el director de EL COMERCIO, Marcelino Gutiérrez; el ex director de FCC Avelino Acero; el decano de los Ingenieros de Caminos (José Manuel Llavona), y la plana mayor de Foro Asturias.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
TodoAlicante
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.