La masiva afluencia de turistas en Semana Santa llena las ciudades pero deja plazas libres en el rural

Aunque tras la covid sus resultados han ido al alza cada año, la joya de la corona de los alojamientos asturianos, de la que Asturias fue pionera, aún no ha recuperado las cifras prepandemia, como sí ha hecho el resto de las fórmulas, es decir, hoteles, apartamentos y campings. De hecho, el turismo rural inició el año perdiendo, de nuevo, viajeros respecto a 2019. Mientras, en conjunto, el sector turístico asturiano ganó un 37% de viajeros y un 40% de pernoctaciones en enero, la oferta rural tuvo unos resultados un 15 y un 18% por debajo de los de antes de la covid.

No obstante, y en cuanto al periodo vacacional que concluye este lunes, quienes ven la botella medio llena, es decir, hoteles urbanos, cabañas y bungalós de campings, además de viviendas de uso turístico, han cerrado una Semana Santa «como las de antes», según certificaron diferentes voces. Si sirve, siempre, como termómetro que mide cómo será la fiebre por viajar en el verano, hoy estas fórmulas de alojamiento confían ya con un verano a rebosar. Especialmente en los destinos urbanos que se verán beneficiados por la, si no hay nuevos retrasos, entonces prevista llegada de la alta velocidad ferroviaria.

Para muestra, dos botones: el primer fin de semana de mayo, que para Madrid es puente, con los festivos del 1 y 2, la hotelería asturiana tiene ya una demanda de reservas del 92%. Un porcentaje que clona todo el sector turístico para el primer fin de semana de julio. Para alojarse en la noche grande de las fiestas de Gijón, la del 14 de agosto, solo hay un 6% de posibilidades.

«La región se ha llenado. Los alojamientos urbanos han estado al cien por cien» confirma Iván Rodríguez, presidente de la Asociación del Principado de Alquiler de Corta Estancia (Casocia).

Un lleno que también llegó a los campings asturianos. «Confirmamos buenas cifras en ocupación en los alojamientos», explicó la presidenta de Campings de Asturias, Laura Arias. Un lleno que, no obstante, no hubo en las parcelas. «Dado el tiempo, hemos pinchado», explicó. Coincide con su apreciación Tony Amieva, gerente del mayor camping de la región, el municipal de Deva, en Gijón. «Nosotros estuvimos muy bien. Llenamos gracias a la Oviedo Cup», el ya clásico torneo de fútbol que reúne a 450 equipos y que no solo llena Oviedo, sino gran parte de la oferta regional.

Apunta Amieva a una eterna polémica en la región: las previsiones meteorológicas. «No estuvo tan malo como decían», señaló él, puesto que aunque hubo lluvias, lo cierto es que las mañanas de los días festivos estuvieron marcadas por el sol .

Y a esas previsiones señala Ana Soberón, vicepresidenta del Clúster Rural, como posible causa de que «aunque algunos sí hemos llenado, como tradicionalmente ocurre en Semana Santa, pero también hubo quien se quedó con plazas libres», lamentó.

En el análisis de quienes han visto la botella medio vacía en esta Semana Santa de lleno pasa por el hecho de que «quizás fue porque las previsiones metereológicas hicieron que no llegaran las reservas de última hora», explica Soberón, aunque ella, una de las voces más expertas del sector, deja claro que «yo pienso que para quien busca Asturias como destino no creo que la lluvia sea un motivo para no venir».

Una alta ocupación, pero sin llegar a colgar el cartel de completo que ya había vaticinado la vicepresidenta de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur. «Esta Semana Santa nos está costando llenar» advirtió Ana Llano, aunque luego ella mismo certificó que, «hemos cerrado al 98%», al menos en el occidente y, al menos, en los días festivos de este, el primer gran periodo vacacional.

«Los alojamientos urbanos han llenado. Tanto los hoteles como las viviendas turísticas, pero los rurales no. Y llevan así dos años», aseguró Iván Rodríguez, quien defiende que esa falta de crecimiento «no es por el aumento de Viviendas de Uso Turístico (VUTs) que parecen ahora las causantes de todos los males».

Conocer las causas exige un estudio en profundidad, algo que la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez, aseguró haber puesto en marcha ya «junto con el sector», porque reconoce ella que «si bien han ido aumentando sus cifras en los últimos años, es cierto que no han alcanzado las cifras prepandemia».

Un estudio en conjunto que ratifica Ana Soberón. «El Principado ha pedido un estudio para saber el porqué no estamos en esas cifras y nosotros estamos en ello», confirmando la participación de todo el sector en la tarea. Un análisis que puede poner sobre la mesa problemas ya apuntados por el propio sector «como la comercialización», un guante que Turismo ha recogido.

«Hemos detectado fallos y hemos puesto en marcha medidas para ayudar a mejorar esa comercialización» de un producto que, insistió la viceconsejera de Turismo, Lara Martínez, «es nuestra enseña».