Una de cada cinco muertes por coronavirus registradas en España se produce en Asturias

«Lento aumento de la incidencia y de la ocupación hospitalaria». Ese es el diagnóstico que la directora general de Salud Pública, Lidia Clara Rodríguez, hacía ayer de la situación epidemiológica de Asturias, que el Ministerio de Sanidad convirtió en cifras poco después de sus declaraciones.

El último informe ministerial sobre la evolución de la pandemia refleja que Asturias es la comunidad autónoma con mayor tasa de letalidad por coronavirus: 41 fallecimientos en siete días, frente a los 203 registrados en toda España. Eso implica que una de cada cinco muertes que se producen ocurre en el Principado, cuyas cifras multiplican por cuatro el número de decesos notificados en comunidades como Madrid o Cataluña.

En la actualización que ayer publicaba el Ministerio de Sanidad se aportan datos también sobre la incidencia de los contagios en mayores de 60 años. Entre los días 28 abril y el 1 de mayo, periodo del que se aporta información epidemiológica, se han detectado en Asturias 2.129 casos de coronavirus, de los cuales 1.165 afectan a este grupo de edad, considerado vulnerable junto a embarazadas y pacientes inmunodeprimidos.

El impacto del coronavirus en este colectivo y el elevado número de hospitalizaciones sitúan a la región en un nivel de riesgo alto. Asturias presenta una incidencia acumulada a siete días de 671 contagios por 100.000 habitantes. Tomando como referencia 14 días, es de 1.369 positivos por 100.000 habitantes. La media nacional se sitúa en 420 y 790 casos, respectivamente. El Principado, aun siendo una de las comunidades que peor parada sale de este repunte de la pandemia, ya no afronta en solitario la situación epidemiológica más desfavorable.

Comunidades como La Rioja, Navarra o Murcia vienen experimentando en los últimos días un empeoramiento progresivo. En cuanto a la presión asistencial, Asturias sigue estando a la cabeza en tasa de ocupación hospitalaria. No así en número de nuevos ingresos, indicador en el que ya ha sido alcanzada por Cantabria y Castilla y León. Los epidemiológicos atribuyen esta situación «al efecto de la Semana Santa». Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de seguir usando la mascarilla aunque ya no sea obligatorio.

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