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Protesta de ganaderos del oriente de Asturias contra la protección del lobo, especie que desde ayer no se puede cazar en toda España. XUAN CUETO
La Universidad ve posible la convivencia con los lobos si aumentan las ayudas

La Universidad ve posible la convivencia con los lobos si aumentan las ayudas

Un estudio conjunto de investigadores asturianos y de la de Leeds aboga por soluciones «justas» y «adaptadas» a las comunidades rurales

MIRIAM SUÁREZ

GIJÓN.

Jueves, 23 de septiembre 2021, 02:19

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Una investigación conjunta de las universidades de Oviedo y Leeds (Reino Unido) concluye que «la convivencia entre los humanos y los lobos es posible siempre que las comunidades rurales reciban las ayudas oportunas». El trabajo, en el que ha participado José Vicente López-Bao, del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad de Asturias, y Hanna Pettersson, del Instituto de Investigación de Sostenibilidad de Leeds, aboga por «entender las particularidades que cada contexto requiere» como punto de partida para encontrar una solución a «las relaciones disfuncionales entre las dos especies».

Esos problemas han derivado en un enfrentamiento abierto entre los ganaderos y el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que justo esta semana ha incluido al lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). La decisión ministerial será recurrida tanto por los sindicatos agrarios, como por la Administración autonómica. El Principado la considera «un error» para el modelo de ganadería asturiano, además de incompatible con el Plan de Gestión que ahora se está llevando a cabo en la región.

Las investigaciones realizadas por López-Bao y Pettersson, que pasó buena parte de 2020 en áreas rurales españolas para realizar el trabajo de campo, revelan «la importancia de trabajar con las comunidades rurales para encontrar soluciones adaptadas a sus necesides, en lugar de soluciones técnicas y legales generalizadas». En otras palabras: «El movimiento de recuperación de la naturaleza es crucial, pero hay que garantizar que este movimiento sea justo y trabajar de forma proactiva con las comunidades que compartirán espacio con depredadores».

El estudio, financiado por el Natural Environment Research Council del Reino Unido y publicado en la revista Frontiers in Conservation Science, constata que «los lobos están regresando a lugares donde han permanecido ausentes durante décadas, y los procesos de coadaptación con esta especie se ha perdido. El desafío es preparar a las comunidades rurales para que puedan adaptarse y prosperar». Hanna Pettersson y José Vicente López-Bao identifican cuatro condicionantes para la coexistencia, entre ellos, «una apuesta decidida por la prevención de daños».

Los autores apuestan por que «dentro de la Política Agraria Común se articulen mecanismos asociados a la líneas destinadas a favorecer la coexistencia entre ganadería extensiva y conservación de grandes carnívoros». Explican que, en Europa, los ganaderos «tienen que adherirse a unos mínimos requisitos legales para la conservación de la fauna y los hábitats», pero advierten también de que «los ganaderos que conviven con lobos estarán siempre en peor situación que los que viven en zonas sin ellos». Y ponen como ejemplo de «enfoque exitoso» la marca pro-biodiversidad en los Picos de Europa, de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.

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