El Consejo Social avisa desde 2013 de la «escasa formación» de bachiller y pide más coordinación
Los estudiantes tienen problemas con las matemáticas en los grados, pero en la EBAU las aprobó el 89,79%, con una media de 7,3
OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Domingo, 3 de julio 2022, 14:33
«Hay una razón comúnmente empleada en los informes y que se refiere a la falta o muy escasa formación previa de los estudiantes para ... abordar con solvencia la asignatura en cuestión». La frase entrecomillada no es actual. Se puso por escrito en noviembre de 2013, en un documento firmado por el hoy rector, Ignacio Villaverde, y entonces secretario del Consejo Social de la Universidad de Oviedo. Era el mismo informe que en esta última semana ha levantado la polémica: el que el Consejo Social realiza anualmente sobre las asignaturas de bajo rendimiento (las que aprueban menos del 40%) y en el que el organismo plasma las conclusiones o justificaciones que los propios centros trasladan. Aquel escrito de 2013 hacía referencia a los cursos 2009-2010, 2010-2011 y 201-2012. Casi diez años después, la reflexión es casi idéntica: «Se evidencia un bajo nivel de conocimiento previo que dificulta el seguimiento y la superación de ciertas asignaturas». Es decir, el Consejo Social lleva años alertando de esta sensación que trasladan los decanos y directores.
A lo largo de todos estos ejercicios se han introducido en las justificaciones dos cuestiones más. Por un lado, que «las pruebas de acceso a la Universidad no cumplen su función selectiva» y, por el otro, que «hay una inadecuada orientación de los futuros estudiantes universitarios, lo que convierte al primer curso universitario en un curso selectivo en muchos grados». Problemas, o desajustes, que están sobre la mesa hace tiempo. La diferencia del informe de este año es que ha ido un poco más allá de lo que venía haciendo hasta ahora, ha centrado la falta de conocimientos en la formación matemática, ha criticado que «en Bachillerato solo se trabaja aquello que es objeto de evaluación en la EBAU, muy especialmente en su segundo curso, causando un efecto perverso en la formación de los estudiantes que se incorporan a la Universidad» e incluso ha puesto de manifiesto «deficiencias en la formación de los alumnos en cuanto a sus destrezas en lectura comprensiva y metodología de estudio (imposibilidad de llevar la materia al día, falta de trabajo personal...)».
El informe llega a pedir «una mayor coordinación e interrelación con la Consejería de Educación para que en ESO y Bachillerato se puedan adaptar los contenidos y exigencias de las asignaturas con la formación que resulta indispensable para abordar con éxito algunas titulaciones universitarias». En el caso de matemáticas se pide que «los contenidos objetivo de evaluación deberían ser más amplios, puesto que se evidencia un bajo nivel de conocimiento previo que dificulta el seguimiento y la superación de ciertas asignaturas».
Las afirmaciones no han sentado demasiado bien en los institutos asturianos. Los directores dicen que segundo de Bachillerato es «un curso muy duro», que «nunca nos han trasladado ningún problema con las matemáticas», que hacen su trabajado de orientación y que «el examen de la EBAU lo diseña la propia Universidad, por lo que son ellos los que marcan el temario de seagundo». Por tanto, las quejas sobre si la selectividad hace o no su función o su temario debería ser más amplio han molestado es, pecialmente. César González, del Comité de Directores de Asturias, lanza esta pregunta: «¿Si el nivel es tan malo, por qué aprueban la EBAU?»
No solo lo aprueban, sino que lo hacen con buena nota. En la convocatoria de junio, aprobó Matemáticas II el 89,79%, con una nota media de 7,372; y Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II, un 94,74%, con una calificación media de 8,35. Además, en el último informe PISA, los alumnos asturianos quedaron en octavo lugar en competencia matemática. En ciencia el resultado fue mejor, los terceros, con 496 puntos, solo por detrás de Galicia y Castilla y León. En Comprensión Lectora, Asturias ocupó el décimo nivel de 17 comunidades. PISA es la comparativa más importante de los niveles educativos. 79 países, incluyendo los 36 miembros de la OCDE, y 600.000 alumnos de 15 años se sometieron a la última evaluación.
Directores y orientadores consultados piden a la Universidad que haga «autocrítica», que analice la EBAU y también su docencia. «Hace 20 años que arrastramos estre problema, pero todo el mundo calla y se muestra orgulloso de que todo el mundo pase», dicen.
Grupo de trabajo
Y lo cierto es que Universidad y Consejería de Educación han eludido una colisión frontal por este debate. Durante esta semana, desde que EL COMERCIO publicara las conclusiones de este último informe, ambas instituciones han hecho referencia al asunto, pero sin entrar en el fondo de la cuestión. Desde consejería sí se defendió el esfuerzo que realizan los alumnos en Bachillerato. Y desde la Universidad se dejó claro que el informe es del Consejo Social, y no del Rectorado. Y, a partir de ahí, ambos han admitido que «estamos trabajando en ello». El propio Consejo Social ha puesto en marcha un grupo de trabajo en el que están los vicerrectores de Gestión Académica y Estudiantes, así como el Principado y el Consejo Escolar, para estudiar el alcance del bajo rendimiento, las causas y las posibles soluciones.
Todos los implicados saben que el problema está ahí y lo admiten, pero públicamente prefieren que sean otros los que hablen y evitana toda costa un enfrentamiento directo entre ambas instituciones. En medio, las quejas de los decanos y el malestar en los institutos por ver que «unos y otros echan balones fuera».
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