Valdés, un concejo con «accesos complicados de vigilar»

Valdés vivió ayer su primer día de cierre perimetral. Los valdesanos asumen con resignación la medidas decretadas por el Gobierno regional y que estarán vigentes durante los próximos catorce días. «Se veía venir», afirmaban ayer los vecinos, que esperan que las restricciones sean efectivas y sirvan para que el número de contagios disminuya y que la situación no se prolongue más de esas dos semanas. La principal preocupación de los hosteleros es sobrevivir con las terrazas, los que disponen de ellas.

El alcalde de Valdés, Óscar Pérez, reconoció ayer que es «muy complicado» controlar todos los accesos al concejo ya que se trata del cuarto municipio más grande de Asturias en cuanto a extensión. «Hay muchos caminos secundarios que son municipales, además de las entradas por carretera nacional y autovía», afirmó. Durante la jornada de ayer la Guardia Civil llevó a cabo controles en las entradas y salidas de la villa.

En Cangas del Narcea, uno de los primeros concejos en los que se decretó el cierre perimetral, continúan las restricciones vigentes desde el pasado 22 de enero. La Guardia Civil propuso para sanción a ocho personas por estar sin mascarilla en el interior de un bar en Cibuyo. El propietario del local, también denunciado, acumula otras sanciones previas por hechos similares.