«Algunos verán la cifra de contagios como algo normal, pero es aún muy elevada»

La posición del Principado pasa por «escuchar a los técnicos, que saben lo que hacen», y ayer así se hizo en la Comisión de Salud Pública, a la que asistió la directora general del ramo, Lidia Rodríguez. No hubo ni declaraciones ni comparecencias públicas, porque hasta hoy no se tomará una decisión sobre los pasos a seguir de ahora en adelante para manejar los rescoldos de la pandemia.

Del Consejo Interterritorial, la ministra de Sanidad saldrá con un protocolo de actuación para iniciar la denominada 'gripalización' de la covid-19, que consistirá en monitorizar únicamente los casos graves y no todos los contagios, como ocurre ahora. Eso implicará la implantación de un nuevo sistema de vigilancia epidemiológica, que ya no dará cuenta diaria del número de casos, fallecimientos o de las vacunaciones que se efectúen.

En esta nueva fase de la pandemia, ya no se harán cribados masivos ni se realizarán tantas pruebas PCR, porque la monitorización del coronavirus se llevará a cabo de una forma muy similar al de la gripe. La idea, no obstante, es llegar a un acuerdo que traspase las fronteras de España y que permita generalizar en toda la Unión Europea un mismo protocolo para el seguimiento de la covid-19 ahora que el número de contagios ha descendido y la tasa de vacunación es muy elevada.

Pablo Fernández subrayaba ayer que el Principado, aunque la pandemia esté cambiando de ciclo, sigue en alerta y muy pendiente de la evolución epidemiológica. «Aún seguimos en pandemia», subrayó. «Algunas personas podrán ver como normales las cifras de contagios y muertos, pero siguen siendo cifras elevadas», incidió el consejero de Salud, a raíz de una pregunta formulada por Vox en el Parlamento asturiano para determinar si el Principado cuenta o no con un plan de contingencia para enfrentar posibles repuntes y «no repetir errores anteriores».

El consejero defendió la gestión que se ha hecho de la pandemia en Asturias, «evitando de forma ágil las situaciones de riesgo» y «sobredimensionando los servicios sanitarios» ante el aumento de las hospitalizaciones. Ayer, Salud confirmó 203 nuevos contagios y la muerte de cuatro personas. En los hospitales asturianos, todavía permanecen ingresados 153 pacientes de covid, de los cuales 20 se encuentran en estado crítico.

Con ese telón de fondo, el debate se centra ahora en la posible retirada de la mascarilla en espacios interiores, una de las pocas medidas que todavía sigue vigente. Habrá que dirimir, entre otras cuestiones, si se suprime su obligación antes o después de la Semana Santa. La ministra Carolina Darias deberá decidir, además, si se elimina directamente o de forma gradual. Algunas comunidades proponen que la mascarilla ya solo sea obligatoria en los centros sanitarios, las residencias geriátricas o el transporte público. Otros plantean, sin embargo, empezar retirándola solo en los colegios, algo que no convence al consejero de Salud del Principado.