La flota capturó menos del 72% de la cuota de merluza de 2013

La flota pesquera del Cantábrico pescó a lo largo del pasado año un 71,8% del total de la cuota de merluza que le fue asignada por la Unión Europea. Eso es lo que recoge el balance de las declaraciones de desembarques con que cuenta el Ministerio de Agroganadería Medio Ambiente, al que ha tenido acceso LA VOZ DE AVILÉS. Según dicho informe, la flota cantábrica habría podido pescar casi 2,8 millones de kilos más de los 7,1 que habría capturado. Ese amplio margen contrasta con las apreturas con que ha contado la flota para otras especies sujetas a cuota y que tienen también un gran valor comercial para el sector.

La explicación a esa diferencia atendería a múltiples factores, según han indicado fuentes del sector consultadas por este diario. Así, los controles periódicos 'a tiempo real' de las descargas realizadas por los barcos suelen arrojar cantidades basadas en estimaciones que posteriormente son corregidas en los balances definitivos.

A ello se suma el amarre parcial de la flota por inclemencias meteorológicas o el comportamiento de la misma, que ante las limitaciones o restricciones puntuales sobre determinadas especies optan por centrarse en otras con las que mantener su actividad comercial. Así, por ejemplo, el cierre de la campaña de xarda -cerrada el pasado año a las pocas semanas de su apertura cuando el balance definitivo recoge que solo se consumió el 78,5% del cupo asignado para el caladero Cantábrico Noroeste-, llevó a la flota a ejercer una mayor presión sobre el pixín.

El pasado año, el cupo asignado para esta última especie también arrojó un sobrante próximo al 16% en el Cantábrico, pese a lo que la cuota se ha visto reducida en el presente ejercicio merced a los resultados de los estudios biológicos sobre la población existente.

Para armadores consultados por LA VOZ, los resultados recogidos en el balance definitivo de las capturas de pesca ponen en evidencia cierta falta de rigor en el actual sistema de cuotas que, a su entender, no se ajusta ni a la realidad de la situación de los caladeros, ni a la de la propia actividad del sector extractivo.

En ese sentido, los datos de las capturas de la merluza se producen después de las restricciones impuestas por Bruselas en años anteriores al plan de gestión. Sin embargo, los últimos estudios realizados acerca de la población de merluza en el Cantábrico vendrían a señalar una clara recuperación de la población, algo que no se ha traducido en grandes incrementos de la cuota asignada.

Petición de compensación

Así pues, los armadores abogan por que exista cierta «reciprocidad» en la gestión de las cuotas, de modo que una vez superadas las circunstancias que dan lugar a las restricciones en la pesca se flexibilicen las cuotas asignadas. Del mismo modo, «si se nos penaliza por un exceso de capturas en la cuota de xarda como el que estamos pagando, el sobrante de un año como el habido en 2013 con la merluza tendría que traducirse al año siguiente en un incremento de la cuota», añaden desde el sector.

No sólo afectó a la merluza la pesca por debajo de los kilos permitidos, de hecho, todas las capturas de los caladeros de la región Cantábrico Noroeste se mantuvieron el pasado año por debajo de las cuotas asignadas. El chicharro fue la especie de la que se pescó la cantidad más próxima a la del máximo permitido por la Unión Europea, aunque no se llegó a alcanzar el 94% del cupo.

Otras especies se quedaron bastante lejos de esos niveles de presión extractiva, como es el caso de la cigala, vinculada en 2013 al plan de gestión de la merluza. El pasado año se descargaron en los puertos del Cantábrico entre el 32% y el 85% de la cuota asignada -dependiendo de la zona de captura-, lo que suma unos 53.000 kilos de este crustáceo.

Otras especies de mayor relevancia económica, como la xarda, alcanzó los 15,4 millones de kilos en todo el Cantábrico, un 78,5% del total asignado por Bruselas, mientras que del lirio o abril se descargaron 14,5 millones de kilos, un 67,7% de la cuota.

Un porcentaje superior se alcanzó en el caso del bocarte, del que se llegó a un 79,3% de la cuota asignada tras la descarga de 5,3 millones de kilos, y todo ello en unas circunstancias en las que los precios en subasta se han mantenido bajos después del cierre total de la pesquería en años pasados.

Las especies en las que se ha observado un volumen de descargas superior al del cupo asignado por la UE se encuentran en caladeros alejados de los que suele operar la flota pesquera avilesina y asturiana. Un ejemplo de ello es la aguja azul, de la que se capturó el pasado año -en aguas del Atlántico Norte- un 260,3% de la cuota máxima asignada, o el brosmio, propio de las aguas del norte de Europa, del que se descargó un 210,8% del cupo, unos 85.000 kilos.

Previsiones similares para 2014

Para los armadores, los resultado de 2013 podrían repetirse en el presente ejercicio, toda vez que la presión de las inspecciones en el momento de la descarga y el control impuesto en cada embarcación, que ha de declarar sus descargas unas horas antes de entrar en el puerto, se ven acompañados por la sucesión de temporales en los primeros meses del año que obligaron a la flota a permanecer amarrada a puerto. Esa circunstancia, opinan, vendrá a trastocar las estadísticas de las capturas asignadas para 2014 con arreglo al sistema de cuotas, sin que ello suponga que en el ejercicio siguiente se vaya a compensar a la flota por ese esfuerzo no realizado sobre el caladero.