El Principado apunta a microalgas como posible causante de los picores en la playa

El Principado apunta a la posible presencia de microalgas en el agua como probable causa de los picores que anteayer sufrieron cerca de 300 bañistas poco después de darse un chapuzón en aguas de las playas de Salinas y San Juan. La situación llevó a Salvamento a prohibir el baño a partir de las cinco de la tarde, medida que se levantó a las once y media de la mañana de ayer, cuando se reanudó el servicio. Pese a que el mar seguía en calma, los socorristas izaron la bandera amarilla, que indica precaución, ante la posibilidad de que se repitiese la situación vivida la víspera. También volvieron a solicitar por megafonía a los potenciales bañistas que se dieran una buena ducha nada más salir del agua, el mismo tratamiento que se aplicó la víspera

La causa de los repentinos picores no se podrá determinar en el mejor de los casos hasta mañana viernes, cuando se conozcan los primeros resultados del análisis de las muestras de agua tomadas por Salvamento. Hasta entonces, la primera hipótesis es la de las microalgas. «En determinadas condiciones pueden darse concentraciones importantes, capaces de generar este tipo de episodios, que en cualquier caso son pasajeros y en absoluto graves», señaló la consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, que no obstante pronunció en varias ocasiones la palabra «vertido».

También se refirió a una «mancha» que anteayer se detectó en la zona de baños de San Juan, el lugar donde disfrutaban del mar la mayoría de los bañistas afectados. En los minutos siguientes se registraron casos en El Espartal y finalmente en Salinas.

Fernández, la consejera, tampoco descartó como hipotética causa una posible concentración de metales en el agua, si bien le atribuyó un escaso índice de posibilidades. El análisis de estas materias requiere más tiempo, por lo que habrá que esperar unos días para conocer los resultados.

Desmentido del puerto

Lo que sí parece descartado es que la fuente de los picores proceda de un vertido concreto en la ría de Avilés. Al menos es la postura que mantiene la Autoridad Portuaria, que asegura que no se ha detectado ninguno en los últimos días, ni industriales ni fecales. Su presidente, Santiago Rodríguez Vega, también recalcó que el último dragado en el canal se realizó hace tres meses, por lo que elimina la opción de que la fuente de los picores pueda haber surgido del fondo de la ría.

La realidad a día de hoy es que su origen continúa siendo un misterio. En todos los casos era a nivel cutáneo, no en ojos, oídos o vías áereas, sin sarpullidos o cualquier otra manifestación externa, ni siquiera enrojecimiento. Ninguno de los afectados precisó más tratamiento que la ducha de agua dulce, y por lo visto resultó efectivo. Nadie volvió a solicitar la atención del servicio de Salvamento, y menos aún a nivel hospitalario. Al contrario de lo que apuntan algunos rumores, el Hospital San Agustín no registró ingresos ni tampoco atenciones en Urgencias relacionados con los picores en la playa de Salinas.

La única persona evacuada la tarde del martes fue un joven con evidentes síntomas de padecer las consecuencias de un golpe de calor. Estaba junto a las duchas situadas a pie de la rampa que desciende a la playa a la altura del Club Náutico, y coincidió con el momento en que muchos bañistas formaban largas colas para ducharse, situación que pudo inducir a la confusión. No hubo ingresos hospitalarios.

La pregunta que se hacían las miles de personas que ayer regresaron a las playas de Salinas y de San Juan a disfrutar de un buen día de sol y a ser posible, como así fue, del agua del mar era siempre la misma. ¿Qué pasó el martes? Unos miraban a los escombros que se acumulan en San Juan, precisamente en la zona que habitualmente salvamento acota para el baño.

Costas inició hace más de un mes la ardua tarea de recogerlos. Lo hace de forma intermitente, y el martes fue uno de los días señalados. La excavadora removió una considerabable cantidad de arena que al subir la marea quedó en suspensión. Ahí puede estar el origen de la mancha que algunos bañistas y también miembros del servicio de Salvamento detectaron el martes cuando los bañistas comenzaron a dirigirse al puesto de Salvamento.

Primero fue un goteo y después, cuando Salvamento, tras atender a treinta o cuarenta, izó bandera roja y anunció por megafonía lo que sucedía, decenas, hasta contabilizar cerca de trescientos. En cualquier caso ni se confirma ni se desmiente que esa mancha puedar ser el origen de los picores. Es la mancha a la que se refirió la consejera, sin concretar si la formaban las microalgas o simplemente se trataba de arena en suspensión. Quizá también fuesen «microrganismos» o «micromedusas», términos que citó la alcaldesa, Yasmina Triguero, como posibles fuentes de los picores.

Otros, muchos, miraban a la ría de Avilés y también a la cercana área industrial de San Juan, donde ejercen su actividad Asturiana de Zinc y la empresa de fertilizantes Chemastur. En este caso, varias personsa aseguraron que el martes 'olía a Chemastur' y que al margen del olor también sentían picores cutáneos. «Sobre todo al sudar, cuando corres. Y no es algo nuevo. Nosotros hace ya tiempo que no vamos por allí», señaló el integrante de un grupo de corredores habitual en la playa.

Ecologistas

Entre quienes apuntan a la ría y a las empresas de su entorno están los integrantes del Colectivo Ecologista de Avilés. La decisión de reabrir la playa de Salinas y San Juan al baño con advertencia de precaución y ducha tras el chapuzón «es una irresponsabilidad y un atrevimiento. Hay que esperar a conocer los resultados de los análisis», enfatizó su portavoz, Fructuoso Pontigo, que puso en cuarentena la opción de las microalgas. «La industrias asentadas en la zona vierten a la ría de Avilés, que a la vez vierte sus aguas a la bahía de Salinas. Y si la ría está contaminada la playa también. Es una obviedad», recalcó.

Pontigo asegura que a primeras horas de la mañana de ayer «había surfistas que aseguraban que sí sentían picores» y que durante la noche del martes a ayer miércoles «la gente que estaba en el paseo de la playa detectó un fuerte hedor a descomposición». Entre ellos se encontraba un destacado técnico medioambiental que confirmó a este periódico, con ruego de que no se revelara su identicad, que efectivamente se percibía con toda claridad. «Olía como a excrementos o podredumbre orgánica, un pestazo procedente del mar. Duró una media hora. Eran las diez de la noche», dijo textualmente.

Salvamento retomará el servicio a las once y media de la mañana de hoy, como todos los días. Todo indica que la receta volverá a ser la misma. Bandera amarilla, baño con precaución y ducha nada más salir del mar.

En la playa candasina de La Palmera, que también registró picores entre bañistas, todo indica que la causa es un vertido de fecales.