Una asturiana, al frente de los grandes consumidores de energía españoles
Esther Alonso, directiva de ArcelorMittal, elegida nueva presidenta de la asociación empresarial que agrupa a la industria electro-intensiva
José María Urbano
Sábado, 24 de enero 2015, 00:38
La asturiana Esther Alonso, Directora de Energías y Medioambiente del Grupo ArcelorMittal en España, ha sido nombrada nueva presidenta de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), durante el comité ejecutivo de la asociación celebrado en Madrid, el pasado 22 de enero, en sustitución de Eduardo Gil Elejoste, director general de Praxair España que ha ocupado el cargo desde julio de 2010.
El nombramiento de esta directiva al frente de la entidad que representa a los grandes consumidores de energía industriales llega en un momento crítico para los sectores a los que agrupa, solo un mes después de haberse superado la crisis que se provocó en Alcoa por los servicios de interrumpibilidad eléctrica, lo que originó asimismo una crítica muy dura de la patronal siderúrgica (UNESID) contra la política industrial del Gobierno de Mariano Rajoy.
AEGE fue fundada en 1981 y representa en temas energéticos a la industria electro-intensiva española, un sector compuesto por más de 40 grupos industriales de diversos sectores, entre otros los del cemento, química, metales, siderurgia, gases industriales o papel, que suponen el 15% del consumo de energía eléctrica en nuestro país y el 10% del consumo de gas natural. Entre todos suman 6.000 millones de euros en exportación anual y su gasto anual energético está por encima de los 1.500 millones. Dan empleo a más de 75.000 trabajadores.
Como directiva de ArcelorMittal y de UNESID, Esther Alonso conoce en profundidad el problema de la tarifa eléctrica para grandes consumidores, que en las últimas semanas criticaron el sistema de subasta implantado por el Gobierno popular y que a la postre no dejó satisfecho a nadie. Todas las voces, tanto políticas como empresariales, han reclamado un cambio de sistema, de forma que los grandes consumidores de energía puedan contar con una tarifa competitiva respecto a Europa, pero también predecible, de forma que se evite tener que acudir cada año a una subasta para saber cuánto va a suponer esa tarifa en la cuenta de resultados de las compañías, lo que, entre otras cosas, impide que se puedan plantear inversiones o estrategias empresariales a medio o largo plazo.
En ese sentido Alcoa fue solo la punta del iceberg del problema, puesto que todos los sectores sin excepción criticaron el sistema. La labor de la directiva asturiana en ese sentido va a ser muy importante a partir de ahora al frente de AEGE.