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Greg Ludkovsky durante la entrevista mantenida ayer en el ITMA con LA VOZ DE AVILÉS.

«Para las inversiones de Asturias hemos desarrollado una tecnología exclusiva, única»

vicepresidente y máximo responsable mundial de I+D de ArcelorMittal

José María Urbano

Martes, 27 de enero 2015, 00:19

Gregory Ludkovsky, uno de los vicepresidentes de ArcelorMittal y máximo responsable mundial de I+D de la compañía volvió ayer a Asturias, en donde desarrolló una apretada agenda de trabajo. Reuniones con los técnicos del emplazamiento asturiano, visita al presidente del Principado, conferencia por la tarde en el Centro Niemeyer, con motivo del 25 aniversario del ITMA, y con tiempo todavía para atender a los medios de comunicación. Cuatro horas antes de su presencia en el Niemeyer atendió a LA VOZ DE AVILÉS en unos de los despachos del ITMA.

ArcelorMittal está centrando los nuevos desarrollos del automóvil en su planta de Calbert, en Alabama, Estados Unidos. ¿Hay alguna posibilidad de que este tipo de desarrollos pueda venir también al Centro de I+D de Avilés?

Vamos por partes. Ha habido una adquisición de ArcelorMittal a Thyssen Group en Calbert, Alabama. No creo equivocarme si digo que Thyssen invirtió allí 5.500 millones de dólares y es un emplazamiento puntero, tiene de todo, TBC, laminación en frío, revestimiento... Pero no es una instalación que tenga un vínculo directo con I+D, sino que es una instalación independiente. Además, está muy bien situada, por su ubicación, para abastecer a los mercados emergentes en Norteamérica, sobre todo porque ha habido una reubicación del mundo del motor hacia el Sur de América. Y encima se encuenntra muy cerca del mar, con lo que se puede aprovechar el transporte marítimo. Resumiendo, ésta va a ser una sede importante, pero no la única. Van a seguir siendo muy importantes en esa línea la de Indiana, la de Dofasco en Canadá, Cleveland... Calbert será un centro más entre otros muy importantes.

¿Entonces en ese campo también podría entrar Asturias?

Le voy a hacer una confesión curiosa. La primera vez que acudí a conocer estas instalaciones de Calbert, lógicamente primero conocí al grupo de gerencia, pero justo después, el siguiente grupo que vi fue a mis compañeros del emplazamiento de Asturias. Resulta que estaban allí para exponer sus conocimientos y conseguir un mejor rendimiento de la acería. Así que tuve que ir a Alabama para encontrar a mis amigos de Asturias, gente de mi empresa.

Pero no me ha respondido todavía sobre las posibilidades del Centro de Desarrollo Tecnológico de Avilés en ese campo.

Mire, no podemos dar nada por sentado, no deberíamos hacerlo. Nosotros hemos visto que el laboratorio (centro de I+D) asturiano ha multiplicado su tamaño por cinco desde 2008. En aquel año el impacto global del laboratorio asturiano era cero, casi inexistente, con una repercusión solo local y además limitada. Sin embargo, en estos momentos Avilés es un centro de referencia mundial porque de aquí han salido cien soluciones para 53 plantas distintas, soluciones desarrolladas e implantadas desde este laboratorio. Sin duda esa es una cifra sorprendente, así que no podemos dar nada por sentado.

Ya veo que su impresión es muy buena. ¿Por qué han decidido ahora ampliarlo con la firma del convenio con la Fundación Metal para utilizar sus instalaciones, justo al lado del ITMA?

Precisamente por lo que acabo de decir. Este centro se ha ganado el crecimiento, algo que nunca se puede dar por sentado, algo que te presten o te regalen. Ese crecimiento es el reconocimiento del valor que se ha producido. Este departamento es una pieza fundamental para el área de innovación y desarrollo de la compañía. Y los campos que abarcan son esenciales para el futuro de la empresa. Si es capaz de mantener este patrón de rendimiento excelente, nosotros haremos todo lo que esté en nuestra mano para compensarles precisamente a través de su crecimiento y expansión.

¿Cómo ha influido el convenio firmado por la empresa con el Gobierno del Principado, con una inversión de 40 millones de euros hasta 2019 precisamente para el desarrollo de este centro.

En las playas de Rusia (Greg Ludkovsky nació en Rusia) hay una serie de carteles que vienen a decir, al no haber servicios de salvamento, que la atención y el rescate de las personas que se estén ahogando es responsabilidad de los que se están ahogando. Esta broma me permite ilustrar lo que yo llamo una conducta ilustrada del Gobierno, que ha sabido reconocer la importancia de las alianzas con la industria. Y son muy importantes porque permiten mantener el empleo y además aumentan las oportunidades. Ese tipo de alianzas, como ésta, son las que ayudan a concentrar la actividad en la región asturiana.

Como usted sabe, Asturias está pendiente de tres inversiones claves de ArcelorMittal para asegurar su futuro: la ampliación de la acería LD III, las baterías de cok de Avilés y el tren de carril de Gijón. ¿En qué proceso de estudio se encuentran esas inversiones?

Lo que puedo decir es que tenemos unas plantas con unas actividades muy bien definidas y contamos con una serie de proyectos de investigación y desarrollo muy importantes precisamente para apoyar esas tres cuestiones que usted menciona. En mis reuniones de hoy y mañana hablaré de esos avances pasados y futuros que van a apoyar esas inversiones con un nivel de innovación que no tienen parangón en el resto del mundo. Estoy hablando de una innovación que no sería solo local, sino otra que estaríamos importando de otros centros de I+D con el objetivo de reforzar esas tres cuestiones que menciona.

La siderurgia del futuro

¿Usted cómo ve el futuro de la siderurgia? ¿Cómo serán los hornos y las acerías del futuro, se parecerán a los actuales?

Es verdad que nosotros estamos reiventando los procesos productivos constantemente, pero no hay una reinvención de lo que sería la parte primaria, nosotros nos fijamos más en la parte final, en el acabado. Por eso, ante esa pregunta caben muchas hipótesis. Todo dependerá de la disponibilidad de la energía, de si resolvemos los problemas que tenemos ahora o de si seguimos con las mismas limitaciones. Si logramos solucionar el problema de la energía, los hornos seguramente serían más eficientes. Pero ojo, los altos hornos siguen siendo increiblemente rentables. Dentro de setenta años nos habremos liberado de todos los problemas ecológicos, sin duda. El CO2 se convertirá en otro tipo de producto. Es más, hace menos de una hora les he planteado este desafío a gente de la empresa que deben encargarse de resolver este problema. Si de repente tuviéramos esos reactores de fusión y conseguimos la superconductividad a temperatura ambiente nos desharíamos del problema de la falta de energía, la habría para todos. No sé lo que va a pasar en el futuro, pero habría dos hipótesis. A), la energía abunda. Seguiríamos haciendo los procesos siderúrgicos mediante electrolisis y seríamos los mayores productores del mundo aprovechando la sede que tenemos en Francia. B, la energía no abunda. Estaríamos igual en un proceso muy optimizado, inocuo para el medio ambiente, los hornos seguirían produciendo pero con una repercusión medioambiental nula o prácticamente inexistente.

Como estoy seguro que ya no me va a concretar nada más sobre las inversiones en Asturias, le agradezco su tiempo para con nuestro periódico.

Lo único que puedo añadir es que hemos desarrollado para Asturias una tecnología confidencial, única, exclusiva, que pretendemos desplegar, vamos a ponerla en práctica, pero sí que es cierto que ya no quiero decir nada más sobre ella hasta que no vayamos a desplegarla.

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