Las inversiones de Arcelor en Asturias podrían anunciarse en el tercer trimestre

Hay avances, existen más que indicios, pero hay que seguir esperando por el anuncio oficial de las inversiones. Esa es la conclusión más importante sacada ayer de la reunión que mantuvo en La Granda el director general del llamado 'Cluster Asturias' de ArcelorMittal, José Manuel Arias, con los representantes sindicales asturianos, tanto de los comités de Avilés y Gijón como de las secciones sindicales.

Había expectación por el resultado de esta reunión, que suele ser habitual todos los años, aunque en esta ocasión se haya llevado a cabo con algo de retraso, para dar cuenta del balance del ejercicio anterior y exponer los planes de futuro. Las inversiones desveladas en su día por este periódico, de las que todo el mundo habla, y de las que va a depender el futuro de la siderurgia en el Principado para las próximas décadas, no acaban de obtener la luz verde definitiva que debe darse desde la sede central de Londres, que es donde opera el comité de dirección de ArcelorMittal.

José Manuel Arias dio ayer dos pasos en esa dirección. Por un lado, habló ya sin tapujos de 'inversiones', «algo que hasta ahora estaba poco menos que vetado», según señaló a este periódico el presidente del comité de empresa de Avilés, el ugetista Roberto Riestra. Y por otro, fijó como posibilidad para que se diera el 'placet' definitivo a esas inversiones «el tercer trimestre del año», es decir, en el inicio del verano.

Pese a todas estas cautelas 'oficiales', se ha sabido que los estudios de ingeniería de la nueva colada continua de la acería de Avilés, la LD III, no sólo están en fase avanzada, sino que en medios sindicales se ha aventurado que estarían ya adjudicados a la ingeniería Siemens, y que ésta a su vez estaría empezando a subcontratar algunos trabajos. De la misma forma, se asegura que se han iniciado los estudios sobre las nuevas baterías de cok de Gijón, una de las inversiones más importantes de todas las que se han planteado como posibles, no sólo por su montante económico, sino porque supondrían -junto con la colada de la LD III- el espaldarazo definitivo para la continuidad de ArcelorMittal en la región. Hay que tener en cuenta que en este momento no hay planteado ni un solo proyecto similar en todo Europa, entre otras cosas por los importantísimos requerimientos medioambientales exigidos por la normativa europea, por lo que un anuncio de esa naturaleza despejaría cualquier duda sobre los verdaderos intereses de la familia Mittal en el futuro de la empresa en Asturias.

Si al final se opta por apostar por unas baterías nuevas en Gijón es lógico pensar que se desistiría del proyecto de inversión para las de Avilés, que en ese momento iniciarían su cuenta atrás para su cierre definitivo. Junto a esas dos inversiones más potentes de la acería y las baterías de Gijón, se plantearían otras también no menos importantes, aunque de menor volumen económico, para apuntalar y modernizar algunas instalaciones acabadoras de Avilés y todo lo relacionado con el carril y el alambrón de Gijón.

El máximo responsable del Cluster Asturias -que engloba las instalaciones del Principado, más las de Etxebarri y Lesaka, en Vizcaya y Navarra, respectivamente, y a las que podrían unirse próximamente las de Valencia- habló ayer de un «nuevo plan» de futuro, un plan que se extendería hasta 2019 y que dejó pendiente para explicarlo en una nueva reunión. Es decir, lo que se ofreció ayer por parte de la dirección fueron los suficientes indicios como para pensar que ArcelorMittal está por la labor de potenciar las instalaciones asturianas, aunque el anuncio oficial de las inversiones tenga que seguir esperando.

En la misma reunión de ayer se dejó constancia de otros parámetros que ayudan a creer en esas futuras inversiones. Por ejemplo, Arias se refirió al resultado operativo positivo (EBIT) de 1.100.000 euros obtenido por el Cluster Asturias en 2014, pese a que se produjeron una serie de incidencias que provocaron pérdidas en la producción. La grave avería en la torre de minerales de Gijón y problemas en la acería LD III fueron las principales.

Por lo demás, se dejó constancia de que la empresa había acometido unos gastos de 90 millones de euros, repartidos a partes iguales, más o menos, entre pequeñas inversiones y mantenimiento de instalaciones. Se puso de manifiesto también el excelente rendimiento de instalaciones como el tren de hojalata o el carril y se dejó entrever que la empresa están en la línea de salida para alcanzar importantes contratos internacionales en sectores como el del alambrón, lo que también invita a un cierto optimismo, que fue el reflejado por José Manuel Arias y su comité de dirección en esta reunión de ayer con los sindicatos.