La complacencia del PP y los inicios de Somos
José María Urbano
Viernes, 5 de junio 2015, 18:06
Tras las elecciones del 24 de mayo ha llamado poderosamente la atención la complacencia en la que se instaló el Partido Popular para analizar y sacar conclusiones de sus resultados. En plena caída del bipartidismo, los populares se sintieron satisfechos con haber repetido prácticamente los mismos votos de 2011, en torno a los nueve mil. De cara al exterior, misión cumplida, llegaron a señalar.
El problema del PP es que nunca ha tenido demasiado interés por profundizar en los resultados electorales, dejándose ir en una posición bastante cómoda, como primer partido de la oposición, aunque en 2011 fue Foro el que le arrebató ese segundo puesto como fuerza política con representación municipal. Precisamente, es el resultado de Foro en Avilés, que perdió nada menos que 7.405 votos y con ello toda su representación en el Ayuntamiento, que era de seis concejales, lo que hace más chocante que el PP que dirige Joaquín Aréstegui no haya hecho ni la más leve mención a esa circunstancia. Y eso es así porque el PP en Avilés ha estado cuatro años viviendo con el latiguillo de que sus votantes se habían ido a Foro en 2011 y que sería cuestión de tiempo que todo volviera a la normalidad. Pues bien, el tiempo de la debacle de Foro ha llegado, pero el PP en Avilés ha sido inacapaz de arañar algún voto del partido fundado por Francisco Álvarez-Cascos, que posiblemente haya sido el político asturiano que mejor análisis hizo de los resultados y que destacó precisamente esa circunstancia, que en Avilés ha sido incuestionable.
Los populares harían bien en analizar hasta qué punto les ha perjudicado una política de seguidismo del Gobierno central que en algunos momentos, con su diputada Carmen Maniega de gran protagonista, ha rozado lo esperpéntico. Defendieron o disculparon la subida del IBI decretada por Montoro en los ayuntamientos, estuvieron cuatro años hablando del AVE de Avilés como fórmula para dar solución a la barrera ferroviaria de la ciudad y resulta que no hay tal, y se tomaron con calma cuatro años el sentarse a ver, que no a resolver hasta el último minuto, la cuestión de la Ronda Norte. Pusieron encima de la mesa su responsabilidad para explicar su apoyo a los presupuestos que estuvo muy bien, porque eso beneficia a la ciudad y alguna otra cuestión. Pero a mucha gente le quedó la duda de si lo único que hicieron fue cumplir órdenes de Madrid para que el PP se presentara como el partido que ayudaba a resolver los problemas de cara a la campaña electoral. Por último, la presencia de algunas personas en la lista electoral de los últimos comicios provocó más de un sarpullido, al premiar a personas significadas de Foro uno de ellos incluso fue concejal frente a otros militantes e incluso ediles que habían destacado estos cuatro años por su trabajo.
Somos, el partido que se ha convertido en la tercera fuerza política en Avilés, no necesita hacer autocrítica alguna sobre las elecciones, porque para eso se estrena en el Ayuntamiento y lo hace además con cinco concejales. Somos se merece, como cualquier otro partido, los cien días de cortesía para que sepa trasladar a la opinión pública cuál es su programa, su idea de ciudad y cuál va a ser su aportación. Y para que sus concejales se pongan al día del funcionamiento y de la estructura del Ayuntamiento.
Dicho esto, Somos sí haría bien en reflexionar un poco sobre lo que está siendo su puesta en escena ante la sociedad avilesina, más allá de sus círculos y sus asambleas. Las últimas declaraciones de sus responsables desvelan un cierto desconocimiento de bastantes cosas que en esta ciudad hace tiempo que se vienen haciendo, como la atención a los más necesitados, por ejemplo. Sobre sus líos internos, no parece muy coherente culpar de ellos «a la intoxicación de la prensa local», como han dejado por escrito. Dos dimisiones y un expediente de expulsión de un órgano interno es información pura y dura. Mal empiezan si las culpas empiezan a ser de los demás..