El intermediario de la fundición de Corvera afirma que «el grupo inversor lo aclarará todo»
José Caamaño vuelve a fiar la solución del proyecto a la chilena Compañía Minera Zaldívar, en donde nadie conoce a su avalista
José María Urbano
Viernes, 21 de agosto 2015, 00:31
Siete días después de que el alcalde de Corvera, Iván Fernández, diera a conocer la existencia de una propuesta para la construcción de una fundición de cobre en Solís, se sigue esperando por la confirmación oficial por parte del grupo inversor que el intermediario José Caamaño fija en la empresa chilena Compañía Minera Zaldívar, aunque ésta, hasta ahora, no haya dado señales de vida.
«El grupo inversor hablará y aclarará todo en breve», volvió a insistir ayer Caamaño, a preguntas de LA VOZ, después de que este periódico desvelase que su supuesto avalista, Rodrigo Benítez Pereira, no es conocido en la compañía chilena.
Los intermediarios españoles, el ya referido José Caamaño y los ingenieros José Luis Colao y Luis Suárez, presentaron en el Ayuntamiento un proyecto para la implantación de una fundición de cobre en la mina La Esperanza, en Solís, propiedad de una sociedad relacionada con Asturmasa. El proyecto, de 90 millones de euros y con una previsión de crear 200 empleos, fue presentado inicialmente con el aval de Barrick Gold, una multinacional canadiense, líder mundial en el sector del oro y con importante intereses en minas y proyectos de cobre en Chile.
LA VOZ DE AVILÉS desveló 48 horas después que la canadiense Barrick no sólo desmentía la inversión, sino que incluso advirtió de un posible fraude. A partir de ese momento, el intermediario José Caamaño, que constituyó ex profeso para este proyecto una sociedad, con domicilio en Bilbao, de nombre Chilena de Minerales, aseguró que todo se había debido a un malentendido y que no sería Barrick la que estaría detrás del proyecto de Corvera, sino una compañía chilena, Compañía Minera Zaldívar, S. A. -participada por Barrick- la que figura como grupo inversor.
De nuevo LA VOZ DE AVILÉS desveló en su edición de ayer que la carta de presentación que el propio Caamaño entregó a los propietarios de la mina La Esperanza y al Ayuntamiento de Corvera para reforzar su posición viene firmada por un supuesto directivo de la compañía chilena, de nombre Rodrigo Benítez Pereira, que dice ser consejero delegado de esa sociedad.
La realidad parece ser otra. Ni ese nombre le «suena a nadie» en la Compañía Minera Zaldívar, ni esta empresa tiene consejero delegado.
Con estos nuevos datos en la mano, José Caamaño siguió insistiendo ayer: «El grupo inversor hablará y lo aclarará todo en breve». Y mientras tanto, él prefiere no hablar más.
De momento sólo cabe, efectivamente, esperar a que el «inversor de verdad» hable. Los únicos datos objetivos de esta historia parten del interés mostrado por esta persona y sus dos acompañantes, por el principio de acuerdo que han alcanzado con los propietarios de la cantera La Esperanza; con una petición de licencia para proceder a un movimiento de tierras, sin que hayan cumplido las dos exigencias del Ayuntamiento: un plan de seguridad y el pago de 126.000 euros por esa licencia; y la supuesta aceptación de los requisitos exigidos también desde instancias municipales: presentación de un plan especial, aportación de toda la documentación del proyecto, pago de todas las licencias y quedar a la espera de que lo que luego puedan decir desde otras instancias administrativas, en este caso desde el Principado.
El alcalde con los vecinos
Tal y como estaba previsto, el alcalde de Corvera, Iván Fernández, volvió a reunirse ayer con los vecinos de Solís para ponerles al día de lo sucedido en estos últimos siete días. Precisamente fueron estos vecinos los primeros que recibieron información de primera mano por parte del alcalde, que prefirió hacer público el proyecto presentado, ante el riesgo de que la rumorología comenzara a actuar.
Iván Fernández trasladó a los vecinos todos los trámites y la información que se había recibido en el Ayuntamiento sobre este proyecto, analizó las cuestiones administrativas relativas a las características del suelo en el que se piensa asentar -suelo industrial y por lo tanto apto para esta iniciativa o similar- y pidió cautela a todo el mundo hasta que no se llegaran a concretar todos los requerimientos y trámites. Veinticuatro horas después informó de lo mismo a los secretarios generales de UGT y CC OO de la comarca y al presidente de la Cámara de Comercio, y finalmente trasladó todos los datos a los medios de comunicación.
Los grupos de la oposición, IU, Somos y Foro han acusado al alcalde de falta de información sobre el proyecto.