La carta de presentación del supuesto inversor chileno en Corvera «es falsa y un burdo montaje»
El intermediario exhibió un documento en el que se falsificaron los logos de las compañías, firmado por una persona desconocida que ocupa un cargo inexistente
José María Urbano
Sábado, 22 de agosto 2015, 00:54
La inversión de una fundición de cobre en Corvera se cae como un castillo de naipes. Ni ha habido malentendidos, ni ningún inversor de los proclamados por el intermediario se va a presentar aquí para confirmarla, y encima los pocos documentos aportados -una carta-aval de presentación- son «falsos» de principio a fin.
LA VOZ DE AVILÉS desveló el pasado martes, día 18, que la multinacional canadiense Barrick Gold Corporation se desmarcaba totalmente del proyecto presentado en Corvera, advirtiendo además que podría haber un fraude en esa actuación. Fue una declaración formal de su vicepresidente, Ivan Lloyd, desde la sede de Toronto.
Dos días después, el jueves, de nuevo LA VOZ descubría que el avalista del intermediario que se presentó en Corvera no existía en la empresa chilena Compañía Minera de Zaldívar S. A.. Ni allí trabaja un tal Rodrigo Benítez Pereira ni existe la figura del consejero delegado.
Y hoy LA VOZ ya está en condiciones de asegurar que la carta-aval presentada por el intermediario José Caamaño Canosa «es falsa y un burdo montaje», según señaló a este periódico un portavoz oficial de la multinacional en Chile, que se une así al desmentido inicial de Ivan Lloyd. Falso porque el avalista no existe. Y un burdo montaje porque se utilizó una pretendida carta oficial con un membrete en el que figura una imagen corporativa de Barrick y de la Compañía Minera Zaldívar que alguien se ha inventado. Por si faltara algo, se quiso unir a estas dos corporaciones el nombre de Chilena de Minerales, que es la sociedad que José Caamaño constituyó el pasado mes de junio en Bilbao, con tres mil euros de capital social, el mínimo exigido, supuestamente para ocuparse en exclusiva de este proyecto de Corvera.
Barrick utiliza un logo universal, perfectamente definido, que sólo modifica para acompañar a cada uno de sus proyectos en el mundo. En el caso de la chilena Compañía Minera de Zaldívar, el logo siempre es el de Barrick, al que se le añade debajo el nombre del proyecto, como se puede observar en la imagen que se publica en esta página. «Por favor, ese detalle de las chimeneas... Si aquí no tenemos esa instalación, aquí fabricamos ánodos», indicó la misma fuente oficial.
La misma fuente que aclaró que es imposible que su compañía avale un proyecto para una fundición de cobre, precisamente porque no es ese el tipo de negocio que tiene la empresa y porque nunca se ha planteado expandir el negocio en España.
Por otro lado, respecto al «malentendido» que esgrimió José Caamaño para justificar el primer desmentido de Barrick sobre el proyecto de Corvera, la misma fuente consultada ayer por este periódico se sorprendió de esa aseveración: «Pero si Zaldívar es Barrick, ¡cómo se puede decir que Barrick es una cosa y Zaldívar otra!».
A la espera
El proyecto de la fundición de cobre en la cantera La Esperanza, en Solís, presentado por el intermediario José Caamaño y los ingenieros José Luis Colao y Luis Suárez queda así a la espera de que sean ellos los que muevan ficha. Primero ante los propietarios de la cantera, con los que había un principio de acuerdo para su explotación. Y posteriormente ante el Ayuntamiento de Corvera, que desde el primer momento ha sido claro y tajante. El suelo, calificado de industrial, podría albergar una inversión de este tipo, pero advirtiendo de todos los requisitos necesarios para que obtuviera luz verde, quedando pendiente posteriormente de los permisos que debería conceder la administración regional en cuestiones como la medioambiental.
Mientras tanto, los vecinos de Solís volvieron a ratificar al alcalde, Iván Fernández, en la reunión mantenida en la noche del jueves, su negativa a la instalación de esta fundición. El alcalde volvió a explicar todo el proceso y los pasos dados hasta ahora, en donde no ha habido ningún tipo de cesión o autorización.