Y ahora consenso

La Ronda Norte acaba de sufrir un nuevo frenazo en seco por parte de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado, que por boca de su titular, Belén Fernández, va a esperar ahora a que haya «el máximo consenso». Se entiende que el máximo consenso pasa por que Castrillón asuma algo algún día respecto a una vía de comunicación que es de interés general, puesto que su objetivo último es dotar al puerto de Avilés integrado en Puertos del Estado por si se le había olvidado al Principado y al Gobierno central de una vía de comunicación que enlace directamente con una carretera nacional o una autovía. Un puerto, por si también se le ha olvidado al Ayuntamiento de Castrillón y a IU, que se extiende en buena parte por terrenos de su concejo.

La misma consejera pareció olvidarse de ese consenso cuando hace meses comunicó al Ministerio de Fomento la opción elegida después de casi quince años de estudios que no resolvieron absolutamente nada. Y también debió olvidarse del consenso cuando en julio de este año la misma consejería impulsó la licitación del proyecto, que es el trámite que debe cumplimentar el Principado para que luego la Administración central se haga cargo de su ejecución. Y así es como el pasado 8 de agosto la mesa de contratación hizo una propuesta oficial para que el proyecto se adjudicara a la unión temporal de empresas formada por Noega Ingenieros y Synconsult por un importe de 216.212,60 euros.

Y ahora la consejera habla de «consenso». No existen al menos a uno no le constan los términos del acuerdo que en su día la FSA debió firmar con IU para que esta última formación facilitase la investidura de Javier Fernández como presidente del Principado. Pero vistos los antecedentes, uno se atrevería a apostar doble contra sencillo a que una de las condiciones puestas encima de la mesa por parte de la coalición fue la de «no hacernos daño» con Castrillón, que es la joya de la corona de IU. El súbito interés de ahora por el «consenso» no deja de ser una buena disculpa para «dejarlo estar». Total, cuatro años más de retraso qué importan, máxime teniendo en cuenta la docilidad con la que se manejan los avilesinos, que son capaces de poner la otra mejilla lustro tras lustro.

La consejera de Infraestructuras tiene poca credibilidad cuando llega a Avilés para explicar los proyectos que dependen de ella.

Habla Belén Fernández del colector industrial para completar el saneamiento integral de la ría de Avilés. 23 años y 165 millones de euros después falta por conectar el colector industrial, una obra clave que concluyó hace cuatro años y que desde entonces está paralizada. Esos son los hechos, lo demás, la guerra entre administraciones, le importa nada al ciudadano.

¿Hablamos de la conexión del PEPA, una vía vital para el puerto y para las empresas asentadas en la margen derecha de la ría? El proyecto aprobado en su día se «olvidó» de que por el camino hablamos de metros, no de una distancia kilométrica había una línea de alta tensión que da servicio a ArcelorMittal. Resultado: ocho años parado el proyecto y 800.000 euros para reparar el olvido. Y ahora la consejera lo anuncia para 2017, aunque hace un pequeño matiz: todavía no hay permiso de Fomento para pinchar la Y. Un detalle sin importancia, pero sin el cual no hay ni enlace ni proyecto.

Hay cuestiones que no arreglan ningún consenso. La credibilidad es una de ellas.