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«En el trabajo era igual que en el campo, un chico alegre y metódico»

Angulo, entrenador del Miranda, rival del Llaranes el domingo, coincidía con Hugo Suárez en la planta de Fertiberia en Trasona

J. F. G.

Martes, 15 de marzo 2016, 03:08

Juan José Angulo, entrenador del Miranda, conocía bien a Hugo Suárez. Además de su relación deportiva -«en estas categorías somos como una familia»- coincidían en la planta de Fertiberia en Trasona, su lugar de trabajo. «Era una de esas personas que merece la pena. Él estaba en otro turno, pero como yo cubro bajas a veces nos tocaba en el mismo. El domingo entraba de noche. Me tocó a mí llamar al director, Jesús Alberto González, que ha venido al tanatorio», manifestó. En la empresa «era igual que en el campo, un chico alegre y metódico que se hacía querer. Cuando los compañeros se enteraron quedaron muy tocados».

Angulo vivió de cerca la tragedia. El domingo estaba en el banquillo cuando, mediada la segunda parte, Hugo Suárez se acercó a la banda. «Dijo que le dolía el pecho, se sentó y comenzó a tener convulsiones. Poco después estaba inconsciente». El entrenador del Miranda destacó la reacción de su homólogo en el Llaranes, Del Bosque. «Reaccionó inmediatamente. Junto con el delegado, Miti, y otra persona más que no recuerdo quién era, se tiraron a por él, comenzaron a realizarle el masaje cardíaco y no pararon hasta que llegó la ambulancia. No sé si pasaron cuatro minutos u ocho, se nos hizo un mundo, pero hicieron todo lo que tenían que hacer y lo hicieron bien. Desgraciadamente no había nada que hacer», lamentó.

Angulo no tuvo tiempo ni de acudir al hospital, distante apenas un kilómetro. «Estaba saliendo el campo cuando me llamó el delegado y me dijo que había fallecido. La sensación que sentí es muy extraña e imposible de describir, nunca había experimentado nada así. Alguien, no sé quién, se encargó de llamar a la familia. Normalmente el abuelo iba a todos los partidos, pero ayer -el domingo- no estaba».

Angulo y Hugo habían hablado antes del partido. «Ellos luchan por el ascenso y nosotros por la permanencia. Le dije que le íbamos a sacar por encima de la valla, pero sin hacerle daño, ¡qué cosa!». Al descanso también intercambiaron unas palabras. «Me dijo 'Angulo, me estoy portando bien'. Es que había fallado una ocasión bastante clara», explicó el entrenador del Miranda.

«Era simpático, amable, sano y muy fuerte, un deportista. Le decíamos que estaba mazao, por su corpulencia». Ambos coincidieron una vez en Benidorm, de vacaciones. «Tomamos una cerveza juntos y... Era muy majo. Hugo era un tío grande».

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