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Iván Rotella, en primer término, y Raquel Ruiz, concejala de Juventud.
El Centro de Atención Sexual llega a 30.000 personas en su primera década

El Centro de Atención Sexual llega a 30.000 personas en su primera década

2.800 usuarios del servicio participaron en las actividades del año pasado, entre las que destaca el proyecto piloto 'Diversex'

C. DEL RÍO

Viernes, 10 de febrero 2017, 08:52

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El Centro de Atención Sexual de Avilés (C.A.S.A.) exhibe sus 2.802 participantes en 2016 y los 30.000 de toda una década en su décimo aniversario, el que para él ha sido el de la «consolidación». Los números avalan la salud de aquella iniciativa municipal que nació en 2006 y las consultas que aún reciben refuerzan su mantenimiento. «En estos diez años, hemos visto que la 'educación sexual' de los chicos es a través de la pornografía y de ahí se derivan un montón de consultas que a priori pueden parecer absurdas», explicó ayer Iván Rotella, responsable del organismo con sede física en el Edificio Fuero.

En la rueda de prensa junto a la concejala de Juventud, Raquel Ruiz, convocada para presentar el balance anual del centro, Rotella se congratuló por el largo recorrido de C.A.S.A., «todo un éxito en España de estabilidad», y celebró su completa integración en Avilés.

El perfil de los participantes se mantiene constante y la principal franja de edad va de los dieciséis a diecinueve años, aunque se ha detectado un aumento significativo de las consultas de personas y parejas mayores de 25 años.

Las dudas de los jóvenes varían en función de la edad. Según señaló Rotella, de los 14 a los 17 años se pregunta más por los anticonceptivos, los cambios corporales, las primeras veces y la identidad sexual. A partir de los 17, se sigue aclarando dudas sobre anticoncepción, pero aparecen los temas de pareja y consultas sobre los buenos tratos.

Rotella indicó que en esta década han tratado de adaptarse a las nuevas demandas de una sociedad y una juventud en continuo cambio. «Las redes sociales lo han cambiado todo. Les enseñamos los problemas legales por el mal uso de las redes o el 'sexting' positivo, que nadie se lo explica», enunció.

Internet también ha modificado la forma de relacionarse con el centro. Las consultas ya no son todas presenciales, sino que la mayoría llegan a través de su página de Facebook o del correo electrónico, 188 en total. Otras 105 lo hacen de forma personalizada, entre ellas dieciséis parejas, otra nueva tendencia sobre la que Rotella llamó la atención.

Sin embargo, es 'Diversex' lo que más le enorgullece del trabajo realizado el año pasado. Una iniciativa que nació como un proyecto piloto para que los «chicos y chicas con dificultades de orientación sexual tuvieran un foro en el que compartir sus vivencias y buscar soluciones» y que puede aún «dar muchos frutos». El grupo, que se reúne los viernes, ha aumentado hasta los doce chicas que están ya en la fase de «buscar nuevas vías de comunicación y de visibilizarse». «Es un trabajo entre iguales, en el que yo solo las acompaño», explicó. Reconoció que con 'Diversex' funciona muy bien el boca a boca.

La ausencia de varones en el grupo, algo analizado por las propias participantes, lo enmarcan en el diferente momento de madurez de los sexos. «Ellas son más conscientes a edades más tempranas y también pasan por vivencias diferentes. Sigue habiendo aún mucha carga homófoba en los institutos, está mejor visto una pareja de lesbianas que de gays», ahondó.

Son situaciones como esta, que se encuentran en su día a día de trabajo, las que le lleva a reivindicar la necesidad de «educar en la diversidad» y a un objetivo más amplio: «Queremos llegar a cualquier persona».

Junto con 'Diversex', celebró el proyecto 'Aprendiendo a entendernos', intervenciones en centros educativos que cuenta con dos nuevas incorporaciones, el Colegio Santo Tomás y el Centro Integrado de Formación Profesional. «Teníamos un poco perdidos a esos jóvenes que salen del instituto y ahora por fin podemos llegar a ellos», en realidad de momento solo a algunos, a los del grado de Peluquería y Estética. En total, fueron 1.010 participante en 2016, procedentes de 33 aulas de secundaria, una de primaria, tres de ciclo formativos, quince profesores y 65 madres y padres.

El cartel del 8 de marzo

La rueda de prensa en la que presentaron los datos sirvió también para preguntar la opinión de Iván Rotella sobre el cartel que ganó el concurso para ilustrar la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo. «Me parece trabajable, de hecho lo vamos a analizar en el grupo de 'Diversex'». «Más que machista lo veo confuso. Tendría que transmitir lo que se conmemora», apuntó.

Quien sí aprovechó para expresar su malestar fue la jefa del Servicio de Juventud, presente en la sala, que aprovechó la coyuntura para descargar y defender a los miembros del jurado, sus compañeras. «Pueden tener mayor o menor gusto, pero las están acusando de prevaricación. No se puede politizar todo», exigió.

Raquel Ruiz suscribió sus palabras y buscó un ejemplo internacional. «Se está tratando de ensuciar un procedimiento administrativo. Nadie diría que es sexista el gorro rosa que se lleva en las marchas de mujeres contra Trump. No nos descentremos del objetivo», pidió.

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