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Javier Rodríguez Pequeño estará hoy en el Centro Niemeyer.
«'Los Juegos del Hambre' se entienden mejor leyendo a Verne »

«'Los Juegos del Hambre' se entienden mejor leyendo a Verne »

Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada

C. DEL RÍO

Miércoles, 22 de marzo 2017, 08:57

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Javier Rodríguez Pequeño, catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Madrid, ofrecerá hoy una visión global de la obra de Julio Verne porque, aunque no es en absoluto crítico con el tipo de títulos que leen los jóvenes, sagas como la de 'Harry Potter' o 'Los Juegos del Hambre', cree importante «que sepan quién ha marcado ciertos caminos». Su charla '20.000 vueltas al centro de la Luna. Mundos de ficción y aventura' cerrará hoy en el Centro Niemeyer el ciclo de conferencias aparejadas a la exposición sobre el autor francés. Comenzará a las ocho de la tarde.

¿Qué legado nos ha dejado Julio Verne?

Muy importante. Fue el renovador de la novela de aventuras, añadiendo el personaje científico como protagonista a través de la fórmula de la Odisea, de Homero. Hizo una literatura diferente que no estaba basada en el terror, sino en la imaginación y en la verosimilitud. Sin embargo, también le podríamos achacar algunos defectos literarios como el uso de estructuras encorsetadas o la creación de personajes ridículos, incluso cierto machismo, pero, claro, escribir una o dos novelas al año tampoco es fácil.

Habla de verosimilitud. Muchas veces se dice que su imaginación no tenía límites.

Sí, sí los tenía. Cuando escribió sus fantasías tuvo en cuenta que fueran verosímiles a través de la ciencia. Así que, aparte del renovador de la novela de literaturas, fue el creador de al menos dos géneros nuevos, el de la ciencia ficción y el de la distopía, la presentación de un mundo peor.

¿Eso demostraría su pesimismo, ese que tiene previsto descubrir hoy?

Sí. En realidad, Verne es pesimista desde el primer día, pese a que siempre se ha pensado que su obra presenta dos etapas: una optimista y otra pesimista. Para explicarlo hay que aludir a su editor, Pierre-Jules Hetzel, que no le quiso publicar su primera novela ('París en el siglo XX'), en la que ya se apreciaba ese poso. Es necesario recordar que las primeras publicaciones de Verne forman parte de un proyecto educativo de Hetzel alrededor de la ciencia. Su primera novela 'Viajes extraordinarios, Cinco semanas en globo' fueron entregas semanales que se recopilaban hacia noviembre para sacar un libro que se pudiera regalar en Navidad. Cuando Hetzel murió, Verne ya pudo publicar lo que le dio la gana.

¿Qué virtud destacaría de él como escritor?

Aparte de sus conocimientos científicos, hizo fácil lo difícil y eso es muy complicado. Conectar con los lectores como él conectaba no es fácil. Pasa lo mismo hoy con algunos 'bestseller', sobre los que enseguida salen críticas sobre su calidad literaria, pero por lo menos enganchan a la gente a la lectura. Julio Verne creó personajes muy grandes, como el Capitán Nemo, y otros ridículos, como el mismo Willy Fog. Sabía escribir y sabía manejar las herramientas. Él cogió el modelo de la Odisea, que se desarrolla en un espacio muy grande y con un héroe superior.

En ese sentido, ya estaría todo inventado.

'El Señor de los Anillos', por ejemplo, no deja de ser otra 'Odisea', pero no sé si todo está inventado. Existen todavía formas de renovar. A veces surgen géneros que no existían. Verne, por ejemplo, es el inspirador del 'steampunk', una corriente muy actual. En realidad, la renovación es la fórmula que tienen muchos géneros de adaptarse para sobrevivir. Si los chavales que ahora que ven 'Los Juegos del Hambre' leyeran a Verne lo entenderían mucho mejor.

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