Alba Reche libera su 'Quimera' en Avilés

Hace poco más de un año que Alba Reche abandonó la academia del 'talent show' musical Operación Triunfo. Su paso por uno de los formatos televisivos más de moda del momento la colocó bajo la lupa de crítica y público, pero la catalana demostró anoche en el Centro Niemeyer que ha sabido construirse un nombre propio, alejándose del ruido mediático y dando a luz un primer álbum, 'Quimera', con cuyas canciones en formato acústico supo emocionar al público avilesino.

Anoche Alba Reche presentó para toda Asturias un trabajo íntimo y muy particular en el que todas las canciones se articulan en torno a una misma idea, la mitología griega, que como ha explicado la propia artista, le ha servido como liberación de sus experiencias personales.

Su voz rasgada resonó por toda la plaza del Niemeyer en una noche en la que la cantante creció sobre el escenario con un saber estar más propio de un artista consagrado que de quien da sus primeros pasos en la música. El imaginario de los mitos griegos se condensó en un repertorio de temas alegóricos titulados como algunos de los mitos helenos más conocidos, desde 'Eco', tema con el que inició el concierto, a 'Quimera', 'Caronte', 'Asteri' o 'Aura' cobraron vida a través de las letras de Alba Reche. Nombres de dioses representando a su vez conceptos universales como la inocencia, las pesadillas, el silencio, el amor o el limbo. «Las cuerdas que me ahorcan son las que te hacían tocar», sentenció la catalana en el tema 'Ares', dios de la guerra que da nombre a una canción llena de dolor y desgarro.

Por su parte el joven público, que llenó la mitad del aforo, conectó desde los primeros compases con la artista y coreó sus letras a pesar de tener que estar sentado durante todo el espectáculo para cumplir con los protocolos de seguridad. Tampoco fue un gran inconveniente, pues el ambiente íntimo que supo crear la catalana desde el escenario invitaba a disfrutar con atención y mucha calma de un repertorio de canciones compuestas en su totalidad por ella misma. Magnetismo y personalidad arrolladora que esconden una timidez que solo sale a la luz en las letras más desgarradoras.

Por lo demás, el concierto se desarrolló sin incidencias, con un control de accesos muy cuidado. Se repitió el protocolo que viene siendo habitual con asientos separados, mascarilla obligatoria durante todo el espectáculo, regulación de accesos en varios puntos de control y toma de temperatura. La cantante agradeció la asistencia «por creer en nosotros y ayudarnos a que esta pequeña gira no pare a pesar de todo».