El albergue de peregrinos de Avilés cierra un primer semestre que roza récords con 2.081 usuarios
Julio comienza a animarse ahora tras haber empezado un poco flojo, sobre todo si se compara con los buenos datos de junio
En 2019, el año previo al del coronavirus, el Albergue de Peregrinos Pedro Solís cerró su mejor estadística tras haber alojado a 5.900 usuarios. ... Desde entonces los peregrinos han ido regresando lentamente a los alojamientos compartidos que se asocian al Camino de Santiago y, en esta lenta recuperación, este 2025 va camino de aquel récord tras la pernoctación en este primer semestre de 2.081 peregrinos frente a los 2.166 de 2019. Son datos que animan a la Asociación Asturgalaica a seguir trabajando y tratar de prestar el mejor servicio a todos esos caminantes que llegarán en los meses de verano, en coincidencia con un tiempo más amable y con los periodos vacacionales habituales.
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Es cierto que los casi seis mil peregrinos de 2019 fue una cifra «escandalosa» y que inevitablemente lleva aparejado que en temporada alta (verano) haya días que cuelgan el cartel de 'completo' y tienen que enviar a la gente hasta el de San Martín de Laspra. Este es un albergue pequeño, pero en muchas ocasiones funciona como un 'salvavidas' para esos caminantes que llegan un poco más tarde y se encuentran con todo lleno. Porque en el de Avilés no se reservan camas. «La primera semana de agosto del año pasado fue un tsunami», describen gráficamente.
Entre enero y marzo, como es habitual, son meses en los que apenas llegan caminantes, pero abril y mayo «fueron muy bien y junio ya fue espectacular». «Julio ha empezado un poco flojo, pero ya comienza a despegar. Imaginamos que conforme se vaya aproximando la festividad de Santiago irán en aumento los peregrinos», estiman Miguel Miranda y Valentín Aguilera, los hospitaleros de un albergue que trata de facilitar y agilizar el ingreso de los peregrinos con la aplicación 'Pilgrim Pass'. «La implantamos hace unos meses con la idea de que el registro, sobre todo en estos meses que puede haber un poco de cola a algunas horas, sea más ágil», aunque si la persona en cuestión no se entiende con la tecnología o sencillamente no lo quiere hacer se le atiende como siempre.
Precio y servicios
Dormir una noche en el albergue cuesta diez euros que incluyen el servicio de ducha, sábanas desechables y el uso de una cocina que cuenta con lo básico para comer: aceite, sal, azúcar, arroz, pasta y alguna que otra cosa más. Cuenta con 56 camas, 48 de las cuales están en una sala y ocho en otra. Aunque no aceptan reservas sí permiten que las mochilas lleguen por Correos o cualquier otro servicio de transporte. «El Camino ha cambiado mucho», comentan con humor ya que cada vez es más habitual que los caminantes deleguen el transporte de su equipaje.
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El libro de registro en el que firman los usuarios deja patente el buen servicio que presta el albergue: «Excelente acogida y excelente la tranquilidad del lugar», firma Shalom. O «soy una persona que piensa que el roce hace el cariño y cual mejor que las acogidas que me han hecho en varias regiones, siempre con ternura y ese valor no te lo quita nadie», rubrica otro. También hay agradecimientos en inglés, el segundo idioma en el albergue tras el español. En inglés se expresan la mayoría de quienes llegan de fuera de España. Por países, el mayor número de peregrinos tras los españoles son los alemanes, los franceses, italianos, estadounidenses, de Países Bajos, Polonia y, ya de lejos, desde Corea del Sur y otros países asiáticos.
A pesar de los muchos kilómetros que acumulan en sus piernas, la mayoría de quienes llegan hasta el albergue quieren ver la ciudad. Valentín Aguilera asegura que «está cogiendo muy buena fama y cuando regresan tras verla todavía están más contentos de haber hecho parada aquí».
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Estos días se alojaron la sevillana Nuria Trujillo y su pareja, y el madrileño Andrés Martínez. La primera está haciendo el Camino de Santiago por tercera vez y ya había estado «lesionada» en el albergue de Avilés hace unos diez años. «Para mí, hacer el Camino es como un 'reset'. Son mis vacaciones», explica tras una ducha al terminar el trayecto entre Gijón y Avilés. «Es el más horrible de todos desde que empezamos en Llanes. Nos hemos comido ocho kilómetros de asfalto y sol», señala. «Si me hubierais llamado os habría recomendando ir por Candás, son unos kilómetros más pero merece la pena», tercia el hospitalero Miguel Miranda.
Andrés Martínez suscribe la opinión de Nuria sobre el tramo que termina en Avilés y, en contraposición con este, destaca el trayecto entre Comillas y Colombres, también porque pasa por San Vicente de la Barquera donde tiene un colega. Él ya había realizado el Camino Francés y ahora repite experiencia por el Norte. «En aquella ocasión me gustó y ahora he venido solo porque nadie me acompañaba y aprovecho para pensar en mi vida y ver hasta dónde quiero llegar». Él empezó en Santander y a la altura de Cervo, en Galicia, se desviará para disfrutar de una semana de vacaciones con su familia.
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La actividad del albergue se trasladará al Edificio Fuero mientras duren las obras
La Asociación Asturgalaica está como unas castañuelas con las próximas obras en el albergue de peregrinos Pedro Solís. Desde que se hizo con la gestión de esta instalación pública, la presidenta de la entidad, Mayte Gonzalo, no tiene más que buenas palabras hacia el Ayuntamiento. Casi todos los años ha habido una mejora o inversión en este servicio que ha ido consolidando, además, su importancia como receptor de peregrinos que también se consideran turistas. La próxima obra que se llevará a cabo en el albergue redundará en una eficiencia energética con una inversión de 350.000 euros, de los que 300.000 proceden de la Unión Europea y los 50.000 restantes los aporta el Ayuntamiento. En principio las obras comenzarán una vez pasado el verano, cuando empieza a bajar el número de peregrinos. La asociación baraja el mes de octubre y durante esos dos meses que, aproximadamente, durarán los trabajos el albergue se trasladará el Edificio Fuero. Los trabajos supondrán una mejora de la envolvente térmica del edificio, sus sistemas y equipos, y se colocarán además paneles fotovoltaicos en la cubierta de edificio anexo que se utiliza como almacén. Además, las instalaciones de climatización y producción de agua caliente sanitaria estarán basadas en el empleo de bombas de calor aerotérmicas, y se adoptará una climatización basada en la producción de calor y frío mediante techo radiante. Las obras incluirán, además, una sustitución de las luminarias actuales por otras tipo led, y se implantará un sistema de recarga de bicicletas eléctricas y equipos que garanticen una mejor conectividad. Una nueva inversión que contribuirá a hacer más confortable el espacio y, de cara a las finanzas internas, más eficiente económicamente.
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